Pablo y Andrés Escobar no eran hermanos, pero cuzaron sus vidas en 1989 cuando Nacional alzó al fin la Copa Libertadores de América, un trofeo, por otra parte, perseguido desde entonces por la inevitable sombra de la duda.
Los méritos de uno y otro en aquella conquista fueron bien distintos.
Uno, jefe del Cartel de Medellín, financiaba el equipo con las divisas del narcotráfico.
El otro, defensa central de categoría, deslubraba con temple de crack y la mirada arriba para el golpeo preciso.
Quiso el destino un final parecido para ambos: fueron abatidos a quemarropa.
El primero cayó el 2 de diciembre de 1993 acorralado por fuerzas militares colombianas y cuerpos antidroga de Estados Unidos.
Al segundo se lo llevó la sinrazón después de un autogol ante los anfitriones en la Copa Mundial de ese mismo país celebrada tan sólo un año después.
Allí mismo, bajo el peso de la munición norteamericana, quedó sepultada la pequeña historia de Club Atlético Nacional de Medellín y parte del prestigio del fútbol colombiano.
El árbitro Juan Antonio Bava jugaba ya tiempo de descuento en su carrera profesional. Era hora de no ocultar nada. Un periodista le preguntó si alguna vez lo intentaron sobornar...
- Sí, en 1989, en Colombia, en un partido semifinal de la Copa Libertadores de América que jugaban el Nacional de Medellín contra Danubio de Montevideo. Ese encuentro lo dirigía Carlos Espósito y los líneas éramos Abel Gnecco y yo. Un dia antes entraron al hotel unos tipos. Todos traian ametralladoras en la mano. Tiraron abajo la puerta de la pieza en que estábamos, nos ofrecioeron plata y nos amenazaron de muerte, a nosotros y a nuestras familias.
Nos dijeron que Nacional debía ganar. Y agregaron: "¡La plata está, si la quieren agarrar, la agarran!
Y para que no quedaran dudas, nos repitieron:
"¡Nacional gana o ustedes son boleta!"
Espósito entonces me dijo, cuando esos energumenos se fueron:
- Juan, esto es una barbaridad, yo nó se qué hacer...
- Yo sí- le contesté - Si faltan cinco minutos y Nacional no la emboca, entro a la cancha y la metó en el ángulo...
Después, Bava aclaró dos cosas:
"Obviamente, ninguno de los tres agarramos un peso, y además, no tuve necesidad de hacer ningún gol porque Nacional ganó 6-0..."
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