jueves, 28 de abril de 2011

El pequeño carasucia

MIÉRCOLES 27 DE ABRIL DE 2011
Estadio Santiago Bernabéu
REAL MADRID 0-2 F.C. BARCELONA
... y entonces el pequeño carasucia decidió que ya estaba bien del tuyamía que estaba adormilando el partido y maradoneó el campo de lado a lado para reivindicar que el puto amo era él y no el Jonan de Baraka.
Luego llovieron los versos:
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía eres tú.

martes, 26 de abril de 2011

El Telefunken de Pep Bassas

La primera televisión en color que entró en casa era una Telefunken que tenía la tira de botones. Gracias a ella pude contemplar una de las mayores aberraciones de la historia del Séptimo Arte que parecía haber sido ideada por una mente tan retorcida como la del cineasta Joseph Goebbles. Fue en el año 1989 y tenía lugar cada martes cuando Televisión Española decidió programar en Sesión de Noche el pase de algunas joyas del celuloide, como Capitanes Intrépidos, Objetivo Birmania o El Sueño Eterno en formato coloreado digitalmente.
Nunca olvidaré a ese Errol Flynn tan verde como el Alfredo Landa del Destape, ni a Spencer Tracy muriendo en un mar de azulete de piscina olímpica.
Esta mañana, charlando con un amigo, volvimos a acordarnos de la marca de radios y televisores alemana, pero lo hicimos por un motivo muy distinto.
Recordábamos el día que nos encontramos con Pep Bassas, Campeón de España de Rallies en 1989, por las calles de Cangas del Narcea.
Fue el sábado al finalizar el Rally de Tierra y estaba en la puerta del Caribe departiendo con Chus Puras, que había sido descalificado por hacer algunas trampas infantiles con los neumáticos.
Nos reímos recordando el momento en el que yo, sin el menor rubor, interrumpí aquella charla de amigos diciendo "Pep, tú sí que eras el puto amo. Hasta que no os retirasteis Carlos Sainz y tú, éste no empezó a ganar algo".
No dijo nada, pero la cara de Puras mientras le apuntaba con el dedo no la olvidaré nunca.
Esa devoción casi mística por el piloto de Seva la traigo yo de mi época de cunetero, cuando junto a mi padre madrugábamos de manera casi indecente para comer de bocadillo en cualquier recóndita carretera de Asturias esperando a que pasaran los coches de carreras.
Una de esas excursiones ralistas en 1988 nos dejó en Oviedo al pie del mítico tramo urbano que rodeaba el Estadio Carlos Tartiere. Allí estaban Alessandro Fiorio con su Lancia Delta, Carlos Sáinz con el Sierra , Borja Moratal todavía con el Corsita, pero sobre todos estaba Pep Bassas con el BMW M3 azul y blanco patrocinado por Telefunken. Aquel era El Coche de Rally Más Bonito del Mundo (con permiso del Lancia Stratos de Sandro Munari,claro).
Pero la historia, siempre caprichosa, a veces da bofetadas a mano abierta que destrozan cualquier recuerdo por bonito que este sea.
A mí me pasó el otro día cuando decidí ir al cine a ver Malditos Bastardos.
Parece mentira que Tarantino pudiera crear una parodia tan disparatada con personajes tan repugnantes como Hitler y Goebbels. Me gustó sobre manera que hubiese elegido un cine para darles matarile.
Este último, como Ministro de Propaganda, era capaz de utilizar cualquier cosa, incluso a su esposa Magda, para publicitar las bondades del nacionalsocialismo. Hasta que mordió la famosa cápsula de veneno, esa mujer llenaría las páginas de las revistas femeninas con su imagen siempre impecable.
Su marido cuidaba todos los detalles de la dama que había recibido la Cruz de Honor de la Madre Alemana, e incluso le buscó un trabajo simbólico para dar ejemplo de buena esposa y comprometida nacionalsocialista. Podía haber sido en cualquier otro lugar, pero joder, el trabajito aquel tuvieron que ir a escogerlo en la factoría de la Telefunken.

¡¡¡Malditos bastardos¡¡¡

lunes, 25 de abril de 2011

¡Hay partida¡

Hay veces que los recuerdos brotan de las cosas más insignificantes, objetos que no tienen apenas valor material pero que poseen el privilegio de guardar algo de nuestro pasado en su interior. Ayer, revolviendo cajones, encontré una moneda plateada de 5 duros con la cara del Caudillo de España por la Gracia (menuda) de Dios. Enseguida le puse la cara del amigo ausente y fue entonces cuando la memoria empezó a rebobinar fotogramas para dejarme plantado, a mediodía, en la puerta de la cristalería. Era la hora de arrancar la furgoneta para ir a comer (a toda ostia claro). En esa época yo no tenía trabajo y ahí me echaron un cable de los buenos para estar a esta hora, de este día, poniendo en fila india estas cuantas letras. Bien comidos (y bien lo otro, gracias) tocaba el café en el bar de Santa (yo creo que lo tomaba con leche y tú sólo con hielo), la trifulca de cada día por el Marca (La Nueva España era de Balbino, el Barbas) y antes de partir a la trinchera de silicona y climalit, la partida de futbolín con esa moneda de 25 pesetas que apareció ayer en la gaveta.
¡Qué buenos ratos tenemos pasado agarrados en aquellas barras de acero y arrastrando la pelota cada dos por tres¡
¡Y qué triste es contarte ahora que lo único que queda de aquello es una gris aleación de cromo y níquel con la jeta de Franco en el anverso¡
Porque ya no hay bar en el patio, ni metegol (lo llaman así en Argentina aunque lo inventó un gallego como tú, pero no de Cambados, tú ya me entiendes) y yo, hace unos años ya, no te encuentro del otro lado de la mesa para echar unas partidas.
¿Te acuerdas?
¡Qué cojones¡, voy a gastar la moneda contigo. ¡Hay partida¡

miércoles, 13 de abril de 2011

El rubio de Barakaldo

Piru Gainza se lo trajo al Athletic, pero el primero que públicamente arrojó luz sobre sus cualidades fue otra institución del fútbol español, Telmo Zarra: “Este chaval es muy listo”.
Corría el año 1968 y El Rey del Gol se refería a un rubio menudo de apenas 18 años que empezaba a discutirle tanto la titularidad a Uriarte en la banda de San Mamés que terminó por desplazarlo al lateral derecho del ataque bilbaíno. Después formaría junto a Txetxu Rojo un ala izquierda temible en todo el fútbol español. La tribuna de preferencia de La Catedral empezó a llamarle Bobby Charlton: “Fue de repente. El año pasado, cuando este fenómeno inglés estaba de moda con los partidos de España contra Inglaterra, y del Real Madrid contra el Manchester United, me empezaron a llamar así.” En poco tiempo se había convertido en el ídolo de una de las aficiones más exigentes de España. Su pase largo y preciso y su despliegue físico (“Yo necesito más de siete campos para jugar”, llegó a decir en una ocasión) le hacían un jugador distinto. Iba para aparejador pero lo aparcó todo para ser figura en esto de la pelota: “Mi padre siempre ha tenido confianza en mí y me ha dejado tomar decisiones, en esto de los estudios y el fútbol, con toda libertad. El fútbol también es algo muy serio cuando uno se propone ser un buen profesional.”
El muchacho, internacional juvenil por España en dos ocasiones (ambas contra Alemania), tenía un futuro prometedor “porque de juvenil sólo recuerdo una lesión: fue el año pasado cuando sufrí un esguince al enfrentarme a los alemanes”.
La llamada de los sub-23 de Kubala con tan sólo 19 primaveras no vino si no a corroborar las proféticas palabras de Zarra. Sin embargo, en una tarde de domingo rara, como la de la canción de Amaral, con lluvia y barro en la Creu Alta de Sabadell, una entrada de Marañón (doble fractura de tibia y pérone) le retiró para siempre del fútbol.
El 23 de noviembre de 1969, Javier Clemente Lázaro, El pulmones, natural de Barakaldo, interior izquierdo de calidad poco estilada hasta la fecha por El Botxo, empezó a ver como se alejaba el tren del deporte por el que lo había dejado todo en la vida.
Fueron poco más de 56 partidos oficiales con el Athletic Club de Bilbao los que disputó aquel mozo ordenado y con aires británicos, que hoy en día, en palabras del Jonan y el Txori, sería el puto amo de Baraka.

lunes, 11 de abril de 2011

Honestidad brutal

Vuelve Andrés Calamaro a este humilde blog para retratar el estado actual del fútbol, vendido por un puñado de pesetas al merchandising, las televisiones y a los nuevos ricos del petróleo, del acero y de las minas de vete tú a saber de qué. Y la fotografía, hecha con unas cuantas palabras bien ligadas, aparece en la cuarta canción del disco Honestidad Brutal (Dro East West / Gasa - Warner Argentina, 1999) producido por el propio Calamaro y Joe Blaney a caballo entre Madrid, Buenos Aires, Nueva York y Miami. Se titula "Clonazepán y circo" y la frase es, como el título del doble CD, de una honestidad que abruma:
”…demasiada camiseta y cada vez menos gambeta…”
Cortita y al pie. Pero lo mejor del disco, a parte de las canciones (incluye la que le dedicó a Maradona), está en los agradecimientos donde, entre una nube de ilustres de todo pelaje, aparecen nombres tan de la pelota como los de César Menotti, Germán Burgos, Angel Cappa, Fernando Redondo, Jorge Valdano, Raúl (crack), Rafa Alkorta, Esteban Cambiasso, Marcelo Gallardo, Piojo López, Javier Zanetti, Gustavo López, Indio Solari, Coco Basile y, al final, muy al final, el del club de sus amores, Independiente de Avellaneda. Porque Calamaro, por si alguien no lo sabe, también es hincha del Rojo: "Soy amargo y soy diablo y camino encima de la gente. No nací en Avellaneda pero soy de Independiente".

domingo, 10 de abril de 2011

El chico de Belfast

En Palma de Mallorca todo el mundo sabe que hay mucho guiri y por eso, cuando sales a tomar una copa por los bares que frecuentan, te encuentras cosas como estas pintadas en la pared:

jueves, 7 de abril de 2011

A mí el pelotón Sabino, que los arrollo

El libro de Patxo Unzueta, con ese título y con prólogo de Santiago Segurola, debe figurar en la cabecera de todo aficionado del Athletic Club y por extensión de cualquier amante del fútbol en general.
"Mi libro más querido amarillea por el paso del tiempo y revela el desgaste al que se ha sometido, aunque todavía sobrevive la pequeña etiqueta de la librería Cámara -mi favorita- adherida a la primera página. Allí, en 1986, compré A mí el pelotón, el mejor libro de fútbol que conozco."
Si lo dice Segurola la apuesta es a caballo ganador y más después de contemplar esa delantera mágica que dibujó Tomás Ondarra para la portada: Dani, Panizo, Zarra, Rojo y Gainza. Historia creo que se llama...

miércoles, 6 de abril de 2011

En otras palabras ...

Ocurrió en Argentina, que un día, como si ocurriera el truco de magia de un ángel censor, la palabras se cayeron del diccionario.
No había árbitros en la a, ni balones con be y ni siquiera los delanteros goleaban en la de.
Los encuentros no empezaban por e y tampoco había porterías en esa letra donde anotar penaltis con pe.
Luego de mucho buscar,dieron con ellas, todas juntitas, en la tapa del Diario Olé, como queriendo pasar desapercibidas en la crónica de un juego de la fecha anterior:
"Y entonces el referi cobró penal, que ejecutó el puntero propietario colando la redonda en el arco y sentenciado definitivamente el match".
Aseguraron después que un mesías pasó y que pronto abrazaron el evangelio que, según cuentan, traía de un nuevo Dios.
Un D10S del fútbol tal vez.
¿En Argentina? Puede ser.

lunes, 4 de abril de 2011

Historias de Salón (VII): Guerra Civil

Primoroso y chocante este documento que reproduzco a continuación sobre los albores del fútbol sala en España.
Me encontraba en el espacio virtual haciendo unas pesquisas sobre el Mundial FIFUSA de España 1985 cuando de repente capitulé al leer los nombres de dos de los monstruos de la radiodifusión española en el foro de la web www.zonamalaguista.com.
No hay mucho que comentar, simplemente decir que así fue como arrancó la guerra civil en la ondas y en el fútbol de salón de nuestro país.
Con todos ustedes Don Juan Manuel Gozalo y Don José María García, contadores de cosas, locutores, gacetilleros y autoridades del salonismo de este país.

Quiero empezar el presente Cariñómetro recordando la figura de un grande que se nos ha ido para siempre. Todos hemos escuchado desde pequeñitos a Juan Manuel Gozalo en el histórico Radiogaceta de los Deportes, le vimos en Estudio Estadio y nos emocionó verle al pie del cañón en Radio Marca sabiendo que la vida se le escapaba de las manos. Pero poca gente sabe que fue uno de los impulsores de la Liga de Fútbol Sala en España, hoy la mejor del mundo.
A finales de los años 70 creó el equipo Unión Sport, en el ámbito del lanzamiento de un nuevo deporte. José María García, otro grandísimo comunicador, auspició el nacimiento de Interviú-Hora 25.
Gozalo tenía en sus filas a Rafael Recio o José Ángel de la Casa entre otros; profesionales de Radio Nacional y Televisión Española; García rescató a ex futbolistas como Amancio (Real Madrid), Adelardo y Ufarte (Atlético de Madrid) y fichó para la causa a Pipi Estrada, entonces disc-jockey de la discoteca Bob, por sus cualidades futbolísticas. Le puso a hacer inalámbricos en la Cadena SER. De esta forma comenzó la carrera hacia el estrellato de este pincel de pinceles. La guerra entre Gozalo y García, entre Unión Sport e Interviú, se recrudeció. García atizaba noche a noche a Gozalo; éste, más moderado, soltaba sus irónicas puyitas que le hicieron famoso y querido en la profesión. Cuando Unión Sport fichó a lo dos primeros brasileños en la historia del fútbol sala español, Claudio y Ricardo, y les colocó de camareros para justificar el amateurismo de este deporte, García montó una feroz campaña mediática contra Gozalo que desembocó en el fichaje de otro brasileño, Mauro (considerado entonces el mejor jugador de fútbol-sala del mundo) por Interviú. Y éste sí, éste vino a golpe de talonario. Bueno, guerras o no guerras, Juan Manuel Gozalo, irónico, persistente y avispado, puso la semilla en el que hoy es el deporte colectivo más laureado de España después del hockey sobre patines.

¡Hasta siempre maestro!

domingo, 3 de abril de 2011

Filosofía barata

Erase una vez un niño que cada año pedía que los Magos de Oriente le dejaran en el calcetín una pelota de cuero. Así llegó a futbolista profesional para ganar unos cuantos trofeos hasta que un oscuro asunto de dopaje enturbió una carrera inmaculada. Pero, como en los cuentos para niños que siempre tienen un final feliz, el bien y la verdad se abrieron paso a empellones y la justicia colocó el lustre que merecía una hoja de servicios vilmente mancillada. Esa mañana su teléfono móvil se desperezó con el mensaje de un amigo: “A veces da gusto madrugar para encontrar noticias así en el periódico”.
El amigo no era otro que Rafael Azcona, el mejor escritor de cine que ha dado este país, ganador de cinco Premios Goya de la Academia (El bosque animado, ¡Ay, Carmela!, Belle Époque, Tirano Banderas y La lengua de las mariposas) y de cuya pluma surgieron historias irrepetibles como El Pisito, El Verdugo o Plácido.
Pep Guadiola cultivó la amistad de Azcona gracias al vínculo inquebrantable que lo unía al cantautor Lluis Llach y al poeta Miquel Martí i Pol. En un acto de últimos presentado por Ariadna Gil, Guardiola conoce a su marido, David Trueba, escritor, periodista y director de cine, que desde ese momento se convierte en su alter ego. A partir de entonces su complicidad se va reforzando con cenas y comidas, unas veces en Barcelona y otras en Madrid. Uno de esos encuentros en la capital tiene lugar en casa de Joaquín Sabina. El de Úbeda le hace escuchar en primicia el himno que ha compuesto para el Centenario del Atlético de Madrid, Motivos de un sentimiento. Luego llegarán El Gran Wyoming y Pablo Carbonell, entre otros, a incrementar el patrimonio de afinidades del Noi de Santpedor. Más adelante estrechará lazos con Marcelo Bielsa y César Luis Menotti, pero por más que buceo, me resulta imposible dar con la pista que me conduzca a esa filosofía barata que tanta gracia le hacía a Zlatan Ibrahimovic. Seguiré buscando y meando colonia del Nº 5.

sábado, 2 de abril de 2011

Juan Gómez

El tiempo en el Santiago Bernabéu se detiene de un tiempo a esta parte al paso por el minuto siete de cada partido. Es el homenaje que la parroquia blanca le rinde cuando son locales a uno de los mayores ídolos que ha dejado para los libros de fútbol el Real Madrid: Juan Gómez, Juanito.
La muerte lo encontró el 2 de abril de 1992 cuando volvía del Bernabéu de ver aquel Torino de Mussi, Scifo, Casagrande, Lentini, Martín Vázquez. Tenía 37 años y entonces preparaba al Mérida de Pepe Fouto.
Ahora mismo me lo imagino dando saltos con el puño en alto preparándose para los próximos duelos que se nos vienen encima entre su Real y el eterno rival del otro lado del Puente Aéreo:
“En esos enfrentamientos Barcelona-Real Madrid, Real Madrid-Barcelona durante muchos años, por lo menos conmigo, había salsa. Yo le ponía la que yo quería ponerle, porque eran los partidos más bonitos que yo he jugado en mi vida.”
Genio y figura hasta en la sepultura.