jueves, 30 de junio de 2011

Alcides no lo hizo

El gol de Ghiggia en Maracaná
Alcides Edgardo Ghiggia siempre fue el principal sospechoso de haberle robado el alma a miles de brasileños. Y todo porque un día del Carmen se le ocurrió hacer un tirazo que pasó entre la madera y el portero Moacyr Barbosa y se coló en el marco amarillo dándole a Uruguay su segunda, y hasta la fecha, última Copa del Mundo. El charrúa siempre defendió su inocencia , pero es ahora, pasados ya más de sesenta años desde el Maracanazo, cuando la ciencia le hace al fin justicia al jugador de Peñarol.
Según las estadísticas de la época, en 1950 vivían en Brasil algo más de 53 millones de personas en la misma proporción aproximada de hombres y mujeres. De esos, 198.854 estaban en el estadio de Maracaná el día del partido definitivo entre brasileños y uruguayos. Si se tiene en cuenta que un porcentaje de ellos, no más del uno por ciento, eran, como lo siguen siendo ahora en cualquier campo de juego, unos desalmados malnacidos, quedan para la cuenta poco menos de 198.000.
Yo no sé nada de esoterismo, pero sí que ví la película escrita por Guillermo Arriaga y dirigida por Alejandro González Iñárritu, los padres de Babel y Amores Perros, que casualmente hacía referencia a la masa corporal que pierde el ser humano al morir. Haciendo caso a lo que se contaba en esa película, se puede conjeturar que el peso del alma, siempre según Guillermo Arriaga, es de 21 gramos.
Ahora, con unos conocimientos básicos de matemáticas, la operación resulta ciertamente sencilla: 21 gramos de alma x 197855 espectadores =4.154.954 gramos.
Ese es el peso del alma de los torcedores que acusaron ciegamente al Ñato Ghiggia aquella tarde en Río.
Ahora, echando mano del Sistema Métrico Decimal, resulta un peso equivalente de más de cuatro mil kilos, y por fin, cuatro toneladas y pico de alma.
Sólo un supuesto más queda por añadir, y es que, si el alma es etérea, y la densidad del éter es de 700 kg/m3, el hurto del puntero uruguayo tenía un volúmen de 5,6 m3, a parte claro, de sus holgadas cuatro toneladas de peso. La pregunta, por lo tanto, surge al vuelo:
¿Cómo pudo salir de estadio de Maracaná aquel 16 de julio el flaco y bajito Alcides Ghiggia sin llamar la atención ni levantar la más mínima sospecha con aquel botín de tan extraordinarias dimensiones?
No lo hizo, porque Alcides no era un ladrón. Lo sabían el Negro Jefe Varela, Roque Máspoli, Pata Loca Pérez, Pepe Schiaffino y el Cato Tejera. Lo sabía hasta Moacyr Barbosa, el arquero al que condenó el gol postrero de Ghiggia y que purga la pena desde aquella fatídica fecha que volteó para siempre la historia del fútbol platense:
"En Brasil la pena que la ley establece por matar a alguien es de treinta años. Están por cumplirse cincuenta de aquella final y yo sigo encarcelado: la gente todavía dice que soy el culpable. Fue una tarde de los años ochenta en un mercado. Me llamó la atención una señora que me señalaba con el dedo, mientras la decía en voz alta a su chiquito: Mirá, hijo... Ese es el hombre que hizo llorar a todo Brasil".

miércoles, 29 de junio de 2011

Cuchuflito jugaba de 2

Belletti no se lo cree
Hace poco menos de un año la Ciudad Condal despedía a uno de los zagueros que con más elegancia ha portado la camiseta azul y grana en los últimos tiempos: Rafa Márquez, el káiser mexicano, renunciaba a la temporada que tenía apalabrada para irse al dorado retiro de la Major League Soccer estadounidense.
Ayer también tocó despedir a un buen jugador. Juliano Haus Belletti anunciaba su renuncia a los 35 años de edad: "Fui vencido por el propio cuerpo. Más específicamente, por los tendones de Aquiles. Pido disculpas al Ceará y a sus hinchas por no poder cumplir el contrato y agradezco a los directivos del club por la oportunidad".
El lateral brasileño, anárquico y brillante a partes iguales, será recordado siempre por el gol que anotó en la final de París el 17 de mayo de 2006. Aquella noche lluviosa en el Stade de France, el defensor azulgrana se incorporó hacia delante para meter un balón vertical al desmarque de Henrik Larsson. El albañil sueco fabricó la segunda pared de la noche para que, haciéndole honores a Carlos Alberto en México 70, Cuchuflito fusilara por abajo la entrepierna de un indefenso Manuel Almunia. La imagen posterior, dando gracias a Dios con las manos sobre el rostro, representa la liberación del jugador de futbolín, ese que sueña cada noche con aflojarse de la barra de acero que le mantiene amarrado a la férrea línea de cuatro.
Esa noche hizo realidad su sueño. Yo también cumplí con el mío, el de soltar p´arriba una barreno de esos gordos como los que reventarán el cielo de Cangas dentro de nada. Ocurrió en el mismo centro de Ponferrada, casi de madrugada, y en aquel ataque de valor tuvo mucho que ver el 5.0% vol de la caja de Mahou que nos metimos entre pecho y espalda el compañero y yo viendo sufrir hasta el final a los muchachos de Frank Rijkaard.

Gol de Belletti en París 2006



Gol de Carlos Alberto en México 1970

lunes, 27 de junio de 2011

... y River se cayó a la B

"Angelito" Labruna, leyenda millonaria
Lito Costa Febre, locutor de Radio Mitre, sacó ayer, tras consumarse la caída de River Plate al infierno de la B Nacional, toda su rabia contenida para cargar contra la dirigencia millonaria que ha llevado al equipo más ganador de Argentina a segunda división. Sobran palabras y faltan oídos....

"Hay que ser hijo de puta para sacudir a River y para reventarlo como lo reventaron ¡Qué hijos de puta que son, cómo lo hicieron mierda! No se van a poder esconder. Se tendrán que ir de la Argentina".

 ¡Cómo me gustaría tener mano a mano a ese hombre de los bigotes que nunca puso una firma¡¡Nunca...qué cagó a Dios y a María Santísima¡ Y no lo nombro, no por temor, porque soy un humilde trabajador de los medios y después me como un juicio y no sé como hacer para pagarlo...

Así, a bote pronto, a uno se le vienen a la cabeza unas cuantas oncenas con las que la banda sangre podría estar ganando campeonatos hasta el fin de los días. Sólo con lo vendido en España en los últimos años podríamos formar con Burgos (Mallorca); Berizzo (Celta), Lequi (Mallorca), Diogo (Real Madrid) y Ponzio (Zaragoza); Aimar (Valencia), Almeyda (Sevilla) y Cambiasso (Real Madrid); Higuaín (Real Madrid), Saviola (Barcelona) y Solari (Atlético)...Y si echamos la vista al resto del mundo el equipo bien podría estar armado con Bonano (Barcelona); Placente (Leverkusen), Ayala (Betis), Demichelis (Bayern) y Sorín (Cruzeiro); Mascherano (Corintians), Gallardo (AS Monaco) y D´Alessandro (Wolfsburgo); Ortega (Parma), Salas (Lazio) y Lucho González (Oporto) con un banco de suplentes de la talla de  Cavenaghi, Amato, Julio Cruz o Maxi López...
El problema ahora es encontrar el vagón de plata ingresó la entidad con esta cantidad de pases...Esa es la tarea más difícil que tiene por delante Daniel Passarella. El kaiser no desfallece y parece dispuesto a afrontar el partido más comprometido de su vida: "Voy a resistir. De acá me sacan con los pies para adelante".



Y ahora sólo queda ponerle nombre a los culpables de este desastre monumental que mancha para siempre una historia inmaculada de más de cien años.
Es el propio Lito Costa el que los desenmascara al finalizar el encuentro ante Lanús que dejó a River en la promoción con Belgrano de Córdoba:

jueves, 23 de junio de 2011

Kun y Alexis

Alexis en el River de Simeone
Los protagonistas del verano futbolístico en España son Sergio Agüero y Alexis Sánchez.
Los dos jugadores sudamericanos son cortejados por los equipos más poderosos de Europa: el argentino pretende borrar las líneas rojas y vestirse de únicamente de blanco, y el chileno quiere enfundarse el nuevo y espantoso equipaje del Barςa. Ambos saben lo que es defender el orgullo en aceras enfrentadas: Kun jugó para Independiente y el Niño Maravilla con la banda sangre de River.
Pero hubo también un día en el que los dos prodigios traspiraron la misma camiseta. Fue en un partido benéfico celebrado en el Movistar Arena (bajo techo) de Santiago de Chile durante las fiestas navideñas del año 2008. El encuentro se enmarcó dentro de la Campaña Pro-Niño para erradicar el trabajo infantil. Se enfrentaron dos combinados formados con jugadores locales y jugadores foráneos. Faltó sobre la hierba Lionel Messi, que lo vio desde la tribuna. La fiesta acabó, como suele ser habitual en este tipo de acontecimientos, con una lluvia de goles. Kun se apuntó un hat-trick, como Alexis Sánchez, que tuvo la suerte de hacer el definitivo para deshacer el empate a ocho goles. También afinaron la puntería Falcao, que hizo dos más, y Pablo Palacios. Por el armado chileno anotaron Neira (2), Valencia (2), Hernández (2), Monje y Jaime Valdés.

miércoles, 22 de junio de 2011

Los colores de la montaña

“Los colores de la montaña” es la ópera prima del director colombiano Carlos César Arbeláez que se llevó el Premio Kutxa en la sección Zabaltegi-Nuevos Directores de la última edición del Festival de Cine de San Sebastián.
Será difícil verla en los circuítos más comerciales, pero como uno vive en Vitoria, y aquí hay Cines Florida y Guridi, puedo contaros algo sobre ella.
Se rodó en la región andina de la provincia de Antioquía (Colombia) donde la montaña es el hábitat perfecto para guerrilleros de las FARC, paramilitares con prima doble por cabellera cobrada y niños que juegan a la pelota en un pequeño potrero arrancado a mordiscos a la exuberancia de la selva.
De nuevo, fútbol y violencia se dan la mano en Colombia para contar, con una sensibilidad especial, una historia que empieza en el blanco del balón y acaba como casi todo por allá: teñida del rojo de la sangre.
El director la define así: “Podría decirse que es una reflexión de una parte de la violenta realidad colombiana, desde el sentimiento, desde la perspectiva de la infancia. El balón de fútbol sobre el campo minado, -un leitmotiv a lo largo del filme- es al mismo tiempo un símbolo de nuestra dura y absurda realidad, que a la vez tiene resonancias universales”.
Así es la película, un cuento de niños que sueñan con ser futbolistas de mayores (Manuel, el protagonista quiere ser portero) hasta que la nueva pelota de hexágonos blancos y negros se les cae en medio de un campo de minas. A partir de aquí, sus esfuerzos se centrarán en recuperarla por todos los medios, mientras las fuerzas extremistas que dominan el medio rural colombiano suman cadáveres a su causa.
Una última cosa: aunque la película es en castellano, los sutítulos son un alivio.

lunes, 20 de junio de 2011

Conexión Samanta: Yeste y Maradona

Este viernes pasado, Samanta Villar y su troupe, se trasladaron hasta Dubai para contarnos las horas previas a la llegada de Diego Armando Maradona al banquillo del Al Wasl SC.
Cuatro días en los que la intrépida reportera contó con un cicerone de lujo: Fran Yeste, el ex jugador del Athletic Club que lleva una temporada malviviendo con un contrato basura de tres millones de euros anuales. Junto al mohicano estaban su hermano y sus inseparables colegas de Basauri (el amigo gracioso sin gracia incluído) que disfrutaron como enanos de la celebridad de su vecino y de llevar guardándoles el trasero una cámara de Cuatro. Sólo así se explica que pudieran pisar playas privadas y subieran a rascacielos de un kilómetro en vertical construidos a base de petrodólares en arenales ganados a la fuerza del mar.
Antes del evento deportivo del año en el único de los emiratos que no tiene petróleo, Yeste decía esto acerca de el pelusa : “Maradona siempre ha sido para mí como un idolo”.
Pero en la conferencia de prensa de presentación del nuevo director técnico, el 10 contestó así a la pregunta de Samanta sobre la continuidad en el equipo del díscolo futbolista de Basauri: “A Yeste lo creo un gran futbolista, pero los dirigentes creen que Puch (Raúl Puch, futbolista chileno) puede darles más rendimiento que Yeste.”
Así fue como Fran Yeste, campeón del mundo juvenil con Xavi y Marchena en 1999, se enteró de que no entraba en los planes del nuevo entrenador para el curso siguiente. Chocante cuando menos…

jueves, 16 de junio de 2011

Alvaro Urquijo y Zidane

Los Secretos
Han pasado ya unos cuantos años desde que Pedro Bareta, entonces colega y ahora primo político, nos llevó (engañados) a todos los que compartíamos pandilla a un concierto de Los Secretos. Fue en la Sala Quattro de Avilés y, si la memoria no me falla (tengo aquí mismo el boleto), creo recordar que bien entrados en marzo del año 1994. Allí estuvimos Jano Dupont, Liri, mi prima Susa (entonces novia y hoy esposa y madre de los vástagos del instigador de la emboscada) y un servidor. Desde ese día, y con unos cuántos conciertos más a cuestas, puedo asegurar que el grupo madrileño se ha convertido en uno de mis favoritos. Allí disfruté por primera y última vez de la voz agrietada de Enrique Urquijo, el hombre para el que se inventó la palabra tristeza.
Al contrario que ocurre con otros grupos o cantantes, léase El Canto del Loco, Loquillo, Calamaro o Sabina, a los que cualquiera que se asome a un periódico o al televisor les puede poner una camiseta, los hermanos Urquijo y su banda jamás han dado un pista sobre sus filias y sus fobias en torno al mundo del balón. Lógicamente, siendo nacidos en la capital de España y cantándole al desengaño y al desamor en la mayoría de sus letras, uno puede deducir que al menos deben sentir simpatías por el colchonero del Atlético de Madrid. Craso error. El atracón de clásicos me sacó de dudas. Alvaro Urquijo, el pequeño de los hermanos y ahora alma mater del grupo junto a Ramón Arroyo y Jesús Redondo, desveló en El Mundo (Jesús Robles, 16/04/2011) el secreto mejor guardado para los incondicionales como yo de su música y del fútbol. Primero aclara que “no se ve a sí mismo como el típico aficionado que se corta las venas", para luego soltarse el pelo afirmando que le gustaría hacer un tema que hablase de "la parte del fútbol que no se ve, la del futbolista triste, solo y al que nadie hace caso. La letra igual no hablaría de deporte, pero si se le buscase un doble sentido, reflejaría el afán de superación o el valor para llegar a determinada cota. Tengo un amigo cuyo hermano se lesionó estando en el Valladolid y ha visto truncada su carrera".
También tiene palabras para su ídolo, Zinedine Zidane: "Puedo ver una y otra vez sus jugadas sin cansarme. Era un tío elegante y que nunca perdió los papeles... salvo en la final del Mundial".
Y como la cosa iba de clásicos, también tuvo palabras para el F.C. Barcelona y su despliegue futbolístico: "Es muy bonito, pero termina siendo un poco aburrido".

martes, 14 de junio de 2011

Peñarol-Santos por la Santander Libertadores

Cuando aquí en España sea madrugada cerrada (las 21:50 horas en Uruguay) Peñarol jugará por su sexta corona en la Libertadores, para igual a Boca y poner el jaque en trono de Independiente (el rojo tiene siete y manda todavía). Será tan sólo la primera parte de la final, pero el carbonero estará alentado desde la tribuna del Centenario por Diego Forlán (se inició ahí y su padre ganó la del 66), recién nombrado socio 40.000 del club aurinegro y que hace poco declaró que "faltaría el respeto a la afición del Atleti, porque no soy hincha rojiblanco. Sólo besaría el escudo de Peñarol y de Uruguay".
Enfrente el Santos de Neymar y Ganso, y en la memoria los duelos iniciales del trofeo, allá por los años sesenta, cuando las figuras se llamaban Pelé y Alberto Cabeza Mágica Spencer.
Los barcelonistas de allí y de acá estaremos pendienes, no en vano, de ese duelo cargado de historia, debe salir el rival para el Mundial de Clubes del mes de diciembre.
Los uruguayos parten con ventaja. Con videos como éste es difícil de la copa no vuelva a Montevideo.

domingo, 12 de junio de 2011

Muñeco diabólico

Hoy se retira Marcelo Gallardo, el enganche que fue de River y ahora lo deja jugando para Nacional de Montevideo. Antes formó en aquel irrepetible A.S. Mónaco a los mandos de Claude Puel con Barthez, Sagnol, Christanval, Márquez, Giuly, Trezeguet y el escurridizo Marco Simone. Muy grande el muñeco.
A esta hora estará peleando por el Uruguayo ante Defensor Sporting y seguramente tendra los minutos que la gente pedirá a gritos para entregarle la última ovación.
En la previa pasó por la sala de prensa de Parque Central, donde las palmas dieron paso a unas lágrimas sinceras:
"Es una decisión que vengo meditando desde hace un tiempo, porque siento que es el momento en el que debo pensar en que hay también una vida después del fútbol. Sufro más de lo que disfruto".

sábado, 11 de junio de 2011

Bochini y Bertoni

Acabo de robar esta foto del muro de facebook de Los Secretos. Igual que si fuera una de las miles de paredes de Bochini con Bertoni en la Doble Visera, aqui un tuyamía delicioso entre Alvaro Urquijo y Ramón Arroyo en el Lunario (México) este 9 de junio pasado. Dos fenómenos, sin más...
Porque hoy, más que nunca, necesito una buena ración de Los Secretos en vena.

miércoles, 8 de junio de 2011

Iturriaga y Petrovic

A raiz de una discusión entre amigos en las redes sociales sobre el affaire Petrovic-F.C. Barcelona-Real Madrid allá por el lejano año 1986, me vino a la memoria un artículo publicado por  Juanma López Iturriaga en El País unos meses después de cruzarse con el yugoslavo en la copa de Europa y fechas antes del Mundobasket de España. Poco después, hacia el mes de octubre, Ramón Mendoza le robaría la cartera a los dirigentes catalanes y El genio de Sibenik se enfundaba la camiseta blanca para compartir vestidor con el palomero.
Esta es la glosa de Itu el 13 de julio de 1986. No tiene desperdicio:

El niñato

Drazen Petrovic ha añadido en Tenerife, con su salida del campo dando cortes de managas al público, después del partido Yugoslavia-Canadá, un eslabón más a su brillante carrera de actos antideportivos. Drazen Petrovic ha conseguido en poco más de dos años convertirse en epicentro de amenazas, promesas de lichamientos y antipatía generalizadas. Ni Kicanovic, un caballero en comparación con el jugador que ahora me ocupa, logré a lo largo de su dilatada carrera deportiva despertar tanto odio, no sólo en sus contrarios, sino en el público en general.
Se podría pensar que personalmente le guardo rencor por el hecho de habernos causado un buen número de derrotas en las dos últimas Copas de Europa. Nada más lejos de la realidad. Es más, un individuo de la clase de Petrovic sólo puede inspirar un sentimiento: desprecio.
Este desprecio es compartido por casi todos los jugadores que han tenido la desgracia de enfrentarse a semejante sujeto. Sabonis ha prometido volarle la cabeza en cuanto pueda. El Limoges predijo una caza implacable en el partido de vuelta de la liguilla final de la copa de Europa, después de que en Zagreb sufriera -como todos los equipos- variedad de afrentas. Está cercano el día en que alguien le devuelva, aunque sea en mínima proporción, todo lo que él ha dado.
En cuanto a su faceta deportiva -empañada por su incalificable conducta- no hay que ser un lince para darse cuenta que es un superclase. Su dominio de los fundamentos básicos del baloncesto -bote, pase, tiro- le permite ser implacable en el juego. Su salto y rapidez de tiro, así como su estatura, le permite plantarse en posiciones cercanas al aro sin importarle la salida de pívots mucho más altos que él. Esto, añadido a su magnífico tiro lejano, hace de Petrovic el mejor jugador de ataque de Europa.
En la otra parte del campo, nada más reseñable que sus continuas tretas para sacar de quicio a su atacante y lograr que esté más pendiente de evitar sus perrerías que de jugar al baloncesto.
Si esto no fuera poco, cuenta con una habitual protección arbitral. No se sabe bien por qué, pero a Petrovic se le permiten cosas que a otros les causarían, si no la expulsión, sí un buen número de faltas. Sus zancadillas, escupitajos y todo tipo de payasadas pasan por delante de las narices dé los árbitros con su total consentimiento. Cuando él tiene la pelota, la probabilidad de que piten falta personal es mucho mayor que si la tuviese otro. Así, no hay partido en que no tire un mínimo de 10 a 12 tiros libres. Algunos son justos, pero muchos resultan demasiados regalados.
Drazen Petrovic se convertirá con toda seguridad en una de las figuras del Mundial. Clase le sobra para serlo. Ahora bien, si para ser tan buen jugador hay que ser un indeseable, prefiero jugar como un mediocre. Y sin tener que sacar la lengua ni poner ese careto.

martes, 7 de junio de 2011

Cuando fueron juveniles

La División de Honor Juvenil en España está dividida en 7 grupos de 16 equipos cada uno.
Al finalizar la temporada los vencedores respectivos se enfrentan en un terreno neutral por la Copa de Campeones para decidir cuál es el mejor equipo de España con jugadores menores de 19 años. Este año el F.C. Barcelona de Oscar García Junyent se hizo con el título ante el Real Madrid de Rubén De la Red. Ese encuentro lo decidió la magia de Rafinha, el hermano pequeño de Thiago Alcántara.
El formato actual se instauró en la temporada 1995-1996. Hasta esa fecha el sistema de competición era el mismo que rige la Liga de Fútbol Profesional, es decir, un grupo único y sistema de partidos a doble vuelta.
En la temporada 1989-1990 la liga no se decidió hasta la última jornada. Después de una lucha encarnizada, el Real Madrid consiguió llegar como líder a la última fecha empatado a puntos con el Real Betis al que superaba en el goal average particular. La tercera plaza era para el F.C. Barcelona, que a un punto de los cabecillas, debía esperar el tropiezo de los verdiblancos ante mi Aurrerá de Vitoria y vencer en el Mini Estadi a los madridistas.
Al final, los béticos vencieron por 3-2 y los madridistas tomaron al asalto el Mini al ganar por 3-1 con goles de Urzaiz, Toril y Velasco. Era la tercera Liga para los de Mariano García Remón, y la segunda conseguida in extremis en el campo del eterno enemigo. En ese equipo también destacaba Alfonso Pérez Muñoz, que curiosamente jugaría como profesional en los tres equipos que se pelearon esa postrera jornada.
En ese campeonato destacaron otros jugadores como Lluís Carreras, Pinilla o Maqueda, en el F.C. Barcelona, o Tabuenka y Suances en el Athletic Club.
Otro sobresaliente fue Pep Guardiola, que empezaría con mal pie esa temporada. En el partido inaugural como locales, los chavales de Antonio Olmo no pasaron del empate a un gol ante el Rayo Vallecano de Madrid. El héroe del partido fue Pacheco, cancerbero del once de la banda roja, que en apenas cuarenta minutos fue capaz de detener dos penas máximas lanzadas por el hoy primer entrenador culé.