El estadio Libertadores de América vistió esta madrugada sus mejores galas para celebrar la vuelta a los títulos internacionales de Club Atlético Independiente de Avellaneda. Quince años después de la última conquista, aquella lejana Supercopa ganada ante el Flamengo y vistiendo el uniforme alternativo de color azul oscuro, un penal del efímero bermellón Eduardo Tuzzio en la tanda definitiva consagró al Rojo como campeón de la Copa Nissan Sudamericana 2010.
Hubo sufrimiento para superar el 2-0 de la ida e incluso hubo que pasar por el tiempo suplementario`para doblegar al Goiás brasileño en los tiros de once metros, pero como en las épocas del Bocha, la Caldera del Diablo recuperó la memoria del Rey de Copas y ardió de alegría cuando el lanzamiento de Felipe golpeó en uno de los postes guardados por Navarro.
Con este trofeo internacional, que hace el 16 en la gloriosa historia de Independiente, los Diablos Rojos superan en la tabla al Real Madrid de España y se quedan a sólo dos de Boca y Milan.
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