miércoles, 3 de febrero de 2010

Soldados de Infantería


El final los ochenta y el principio de los noventa los recuerdo mirándome en un espejo y viendo miles de granos.

Sabe Dios que lo intenté todo para regatear el alfilerazo de la pubertad pero ni los mejunjes caseros ni los potingues de laboratorio me ahorraron ese trago.

Eran años de engorde para políticos que saqueaban los cajones, de la vuelta a casa de un holandés chupado y sin filtro, pero sobre todo fueron los años en los que manejaba el cotarro Súper García en la Hora Cero:

“Buenas noches y saludos cordiales. Un minuto sobre la media noche, una hora menos en la comunidad canaria…”.


Y así, una noche tras otra, acababa metiéndose a hurtadillas en la cama de millones de españoles que al día siguiente se resignaban al madrugón de turno con enormes cercos alrededor de los ojos.

Estilo intransferible, estilo García.

Y después del saludo llegaba el momento de repartir estopa a todo kiski.

Era la época de Núñez en el Barcelona, de la Quinta del Buitre, de los chalés en la Moraleja y de Efigenio Albadalejo, alias El Pirindolo, presidente de la Peña Ramón Mendoza.

Pero si había entonces un personaje al que el Butanito tenía especial ojeriza ese no era otro que el sin par Ochaíta, líder, ideólogo y fundador de Ultras Sur.

José Luis Ochaíta, el jardinero, como solía desacreditarlo Butano, tenía cogido por las pelotas al mismísimo Ramón Mendoza (polako el que no bote) y a parte de la primera plantilla del Real (menos a Rafa Martín Vázquez, al que no podía ver ni en pintura).

El Ocha y sus secuaces traían a la afición merengue a raya y a cambio el hípico presidente del Madrid les obsequiaba con viajes en primera clase y les permitía cobrar una especie de impuesto revolucionario a los jugadores del primer equipo.

Entres sus logros más importantes se encuentra el famoso derribo de la portería del fondo sur en una eliminatoria de la Copa de Europa ante el Borussia de Dortmund en 1998.

El resto de hazañas son las ya sabidas de repartir ostias a diestro y siniestro en cualquier lugar del mundo con la excusa de morir por el Real Madrid.

Pero la historia le tenía guardado su minuto de gloria a José Luis Ochaíta.

Fue en el Palacio de los Deportes de la Comunidad, cuando El Ocha alcanzó las mayores cotas de estupidez que se recuerdan en un recinto deportivo.

Jugaban el Madrid y el Barςa de baloncesto el último partido del play-off por el título que ganarían los catalanes, cuando al ínclito Ochaíta no se le ocurrió otra que saltar con la navaja en la mano a rajar a los jugadores del Barcelona.

Ese día empezó a descender los mismos escalones de la fama que había subido de forma meteórica a base de mamporros, leñazos y coscorrones.

Lo peor de esto es que como él hubo otros antes que a base de pisar cabezas se hicieron tristemente célebres en las gradas y en los aledaños de los estadios de fútbol, pero sobre todo en las comisarías de policía y en los juzgados de todo el mundo.

Carlton Least es uno de ellos.

Este individuo fue un miembro destacado de la ICF (Inter City Firm) del West Ham United al que por justicia hay que situar un peldaño por debajo de los temibles Cass Pennat y Bill Gardner.

La película Hooligan (The rise of a footsoldier) es una especie de biografía este aficionado radical que de la noche a la mañana pasó de patear hinchas del Milwall a dirigir el negocio del éxtasis, las putas y los ajustes de cuentas en la noche londinense de finales de los setenta y principios de los ochenta.

Precisamente en esa época fue cuando los hammers se enfrentaron al Castilla de Chendo, Salguero y Pineda en el Bernabeu en la primera ronda de la Recopa de Europa.

Los cachorros merengues habían sido subcampeones de Copa el año anterior y recibieron en Chamartín al West Ham y a su temible ICF.

Los ingleses se llevaron el partido por tres goles a uno y sus seguidores dejaron aquello como un solar.

Aquella afrenta sufrida en su propia casa hizo que algunos miembros de la Peña Las Banderas que presenciaron los acontecimientos decidieran que aquel era el ejemplo a seguir.

Era el 17 de septiembre de 1980, el día en que José Luis Ochaíta puso la primera semilla de lo que hoy se conoce como Ultras Sur.

1 comentario:

  1. jose luis ochaita no puso ninguna semilla ni fundo ultras sur , fueron otros que estuvieron antes que el , no tienes ni idea , cualquiera que pase los cuarenta y conozca el fenomeno ultra en el madrid sabe que ocha no fundo nada, hubo gente antes que el que no yuvo tanta fama pero que estuvo alli liandolas pardas antes de que este tipo empezase sus fechorias .
    el 17 septiembre de 1980 no se donde estaria el ocha pero seguro que no en el bernabeu, si que estaba el rafa uno de los fundadores que contaba con 13 tacos, realmente ultras sur se funda a final de esa temporada hacia abril del 81, antes ni de coña digan lo que digan , y ocha entra en la temporada 1984/1985 asi que ya me diras

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