miércoles, 27 de enero de 2010

El Dios del Fútbol y el Dios del Sueño

En el Grupo II del Campeonato del Mundo de España 82 quedaron encuadradas las selecciones nacionales de Argentina, Hungría, Bélgica y El Salvador.

El 23 de junio de 1982 los espectadores de Estadio José Rico Pérez que asistieron al último duelo entre Argentina y El Salvador pudieron grabar en sus retinas las evoluciones de dos malabaristas llamados a marcar una época en este deporte: por la celeste y blanca un joven de 21 años llamado Diego Armando Maradona, y por parte salvadoreña el inimitable Jorge Mágico González.

Ganó fácil el equipo de Menotti con goles de Bertoni y Pasarella de penalty y los defensores del título avanzaron a la siguiente fase.

A parte de ese primer encuentro poco menos que irrepetible de dos orfebres singulares, ese Grupo II tuvo el honor de acoger la mayor goleada de la historia en una fase final de la Copa del Mundo, un 10 a 1 que Hungría le endosó precisamente al combinado del Dios del Sueño el 15 de junio en el Nuevo Estadio de Elche con Joao Havelange negándose a sí mismo en el palco de autoridades.

De ahí coincidirían más veces en el Campeonato Nacional de Liga, uno defendiendo al FC Barcelona y el otro al Cádiz CF, pero para el recuerdo quedarán aquellos momentos en el Giant Stadium de New York en los que ambos transpiraron la misma camiseta.


El Dios del Fútbol , Diego Armando Maradona y el Dios del Sueño,Jorge Alberto González Barilla, el ilustrísimo Mágico González, juntos en la misma parcela y vistiendo la de rayas azul y grana.

Esta extraña alineación de astros ocurrió en junio de 1984 cuando el FC Barcelona de Núñez y Menotti se embarcó en una gira americana justo después de la final de Copa contra el Athletic (la de los trompazos) y antes de jugar la Copa de la Liga contra la Real en Atocha.

Con Diego a punto de hacer las maletas rumbo a Nápoles y Schuster convaleciente de una lesión, el millón y medio del contrato firmado por la directiva culé únicamente exigía la presencia del 10 argentino, por lo que el club, metido aún en plena competición armó un grupo con jugadores del filial y otros que volvían de cesiones y los montó en un avión rumbo a USA.

Los catalanes pidieron jugadores prestados a varios equipos de primera y entre ellos se encontraba el Mago de la Tacita de Plata, el hombre que nació para no jugar nunca en un equipo grande.

El video corresponde al partido de consolación de la Copa Trasatlántica que disputó el FC Barcelona ante el campeón brasileño,Fluminense, donde desempeñaba entonces Julio César Romero, que ese año fue elegido Mejor Jugador de América, y que pasaría a engrosar la lista negra de pufos de nuestro fútbol en 1989 cuando Cruyff anunció a bombo y platillo el fichaje de un tal Romerito.

Duró dos meses, los que tardaron en llegar Ronald Koeman y Michael Laudrup.

Salíó cargado de equipaje por la misma puerta de embarque que utilizaría Gary Lineker.

Lo que pudo ser y no fue está en estos casi diez minutos de vídeo.

Un joya, a pesar de la horrible sintonía.



Fuentes:
Youtube
Hemeroteca El Mundo Deportivo

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