miércoles, 24 de agosto de 2011

La bolsa del fútbol

Peral escrutando (La Estampa, 7 de marzo de 1931)
Las quinielas futbolísticas, tal y como las conocemos hoy en día (más o menos jugando 1X2 a 14 partidos por boleto) nacieron en España en 1948. Dos años antes, el gobierno de la nación creó el Patronato de Apuestas Mutuas y Benéficas con el fin de regular las apuestas de los aficionados, ya que la enorme afición al deporte de balón hizo que muchos de éstos se jugaran buena parte de su jornal intentando acertar el resultado de los partidos de cada jornada.
Sin embargo, muchos años antes, concretamente en 1931, un iluminado ideó “La bolsa del fútbol”, un juego que consistía en acertar, lo más aproximadamente, el resultado de los partidos de la primera liga que se celebraban todos los domingos.
Este personaje se llamaba Francisco Peral y era contable en una casa de comercio.
La sede de “La bolsa del fútbol” estaba en la humilde taberna “La Callealtera”, en la calle Menéndez de Luarca de Santander, y a ella acudían a diario con sus papeletas los apostantes de toda clase social con su peseta y la de sus amigos del resto de la provincia.
Pero antes incluso de 1931, don Francisco Peral ya se jugaba el café con los amigos al resultado de los domingos. Eso fue en 1929, y como el número de apostantes fue creciendo, decidieron poner cada uno una peseta para juntarlas todas en una especie de bote y entregársela al que se aproximase más al resultado definitivo. El problema entonces vino a la hora de realizar el escrutinio, que se volvió muy tedioso al finalizar el campeonato de 1929 cuando ya contaba con más de cien peñistas.
Inteligente como era, don Francisco inventó un sistema de puntos con ocho reglas que no dejan de tener su aquel, y más en aquellos tiempos donde ni se sabía lo que era una computadora. Aquí están sus sencillas normas para la comprobación de los cupones :
  1. Al que acierte el resultado exacto de un partido …15 puntos
  2. Al que acierte medio resultado y ganador, entendiéndose por medio resultado los goals de uno de los dos equipos … 10 puntos. MENOS un punto por cada goal de diferencia entre los puestos en la papeleta correspondientes al otro equipo y el resultado, no pudiendo ser nunca esta resta mayor de cinco puntos.
  3. Al que, pronosticando un empate, no acierte el número exacto de tantos al que se ha verificado, ganará … 12 puntos. MENOS dos puntos por cada goal que haya de diferencia en dicho empate, no pudiendo ser nunca esta resta mayor de seis puntos.
  4. Al que acierte solamente el ganador de un partido … 5 puntos.
  5. Al que acierte la diferencia exacta de un partido se le aplicarán los mismos puntos y descuentos que en la tabla tercera.
  6. Al que invierta el orden del ganador se le restarán … 6 puntos.
  7. Al que pronostique un empate y no lo haya se le restarán … 3 puntos.
  8. Al que pronostique un resultado cualquiera y después no lo haya se le restarán … 3 puntos.
Ahora sólo queda imaginar al bueno de don Francisco sentado en la mesa de la taberna de la calle Alta y rodeado por las 2690 quinielas que se jugaron el 15 de febrero de 1931 y que arrojaron un ganador de nombre Eladio Costa que jugó sus cuatro reales a la siguiente combinación:
  • Barcelona 0-2 Europa
  • Arenas 1-1 Alavés
  • Real Sociedad 1-0 Athletic
  • Racing 4-0 Español
  • Real Madrid 3-0 Real Unión

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