miércoles, 3 de agosto de 2011

El escudo de Chacarita

La Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España es una especie de pozo sin fondo que esconde curiosidades como ésta, que aparece en la edición del  semanario festivo, literario, artístico y de actualidades Caras y Caretas. La publicación bonaerense es la reaparición en Argentina del título que el emigrado español Eustaquio Pellicer fundara en Montevideo en 1890.
Emilio Dudelo explica en la edición del 2 de febrero de 1935 el origen del escudo funebrero y cómo acabó el primer balón propiedad de club tricolor:

EL SELLO DEL CLUB Y LA PRIMERA PELOTA

El sello de Chaca
Difícil era reunir el dinero para comprar el sello, que ya hemos visto al historiar la vida de otros clubes de fútbol que es uno de los requisitos indispensables para dar carácter de formalidad a estas instituciones. Era difícil reunir fondos, pero aquellos a chavales se les ocurrió pronto el medio de arbitrar recursos.
Después de una reunión en “lo del gallego Fernández”, pues también les sirvió de local social la casa de Antonio Fernández, quien les habilito un galpón en los fondos de su casa en las calles Charlone y Estado para que se reunieran allí los días de lluvia, tomó cuerpo la idea de la adquisición del sello.
En una de esas reuniones se acordó recolectar diarios en todas las casas del barrio. Fue una fácil colecta. Los diarios se tiraban, y allá iban en peregrinación, de puerta en puerta, los socios de Chacarita Juniors, solicitándolos.
La colecta fue grande. Se reunieron varios kilos de papel, y el financista de la institución, Juan Faccio, procedió a la negociación en un comercio de Villa Crespo, obteniendo los tres primeros pesos con que se mandó hacer el sello de goma, que aún se conserva en el club.
Para la pelota no hubo dinero. El desengaño de los muchachos trascendió y el comisario de la sección 33ª, entonces un tal Sider, se compadeció de aquellos futbolistas y, con la condición de que jugaran un partido amistosos con el Club Defensores de Villa Crespo, del que se habían separado para fundar Chacarita Juniors, les obsequió una hermosa pelota que duró apenas los quince primeros minutos de juego pues, a consecuencia de un certero puntapié de Arístides Roncheri, “sonó” en medio de la cancha.




No hay comentarios:

Publicar un comentario