miércoles, 23 de marzo de 2011

Damir Desnica

Damir Desnica pisó por primera vez el manto sagrado del Santiago Bernabéu el miércoles 7 de noviembre de 1984. Fue con motivo del partido de revancha de la eliminatoria de octavos de final de la Copa de la UEFA que había emparejado a su equipo con el Real Madrid. En el choque de ida, celebrado en un abarrotado estadio Kantrida, los balcánicos le sacaron los colores (morados como la camiseta) a los discípulos de Amancio, a los que avergonzaron con un sorpresivo 3-0. Desnica le hizo un nudo marinero a Chendo que fue incapaz de sujetarle en toda la tarde.
Quedaba para la vuelta la escenificación de una noche de remontada, una noche de miedo escénico que a la postre sería de tragedia para el hábil extremo zurdo y que los mentideros futbolísticos han elevado a la categoría de leyenda urbana.
El Real Madrid volteó la eliminatoria (3-1) pero cuentan las crónicas de la época que aquel día los blancos jugaron con un elemento más, el Sr. Roger Schoeters, colegiado belga designado para dirigir la contienda que dejó al NK Rijeka con sólo ocho jugadores sobre el campo.
Nenad Gracan, que jugó aquella eliminatoria con el equipo del Fiume, habló en su presentación con el Real Oviedo de la expulsión de Desmica: “Por protestar”, dijo, y la broma corrió como la pólvora hasta nuestros días.
La realidad dice que Desnica vio dos cartulinas amarillas por alejar deliberadamente el balón, en un intento desesperado de parar el vendaval madridista que alentaba el trencilla belga.
No podía ser de otra forma: Damir Desnica era sordomudo de nacimiento.

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