Esta tarde, cuando las agujas del reloj caminen sobre las 20:30 horas, la selección española empezará a escribir el guión para la segunda parte de Invictus en el Estadio Ellis Park de Johannesburgo.
Enfrente tendrá a un combinado paraguayo convertido en un bloque de granito por el argentino Gerardo Martino.
Otra vez criollos y paraguayos unidos en torno a una pelota de fútbol.
Porque Paraguay también tiene su historia.
Uno de los jugadores más grandes que ha transpirado La Roja de CA Independiente de Avellaneda ha sido Arsenio Erico, autor de 293 goles en 325 presencias oficiales, lo que le iguala desde hace algunas fechas arriba de la tabla con Angel Amadeo Labruna, historia de River, como mejor goleador histórico del fútbol argentino.
Toda un vida dando por sentado que El Hombre de Mimbre era argentino y leo ayer en El Correo que le dieron la luz en Asunción de Paraguay un 30 de marzo de 1915.
Luego fue inhabilitado por los federativos de su propia tierra para jugar con los guaraníes con la excusa de militar en un equipo de afuera y por eso nunca un mundial pudo disfrutar de su sobresaliente destreza en el vuelo sin motor.
Otra gloria de la época y de todos los tiempos, entonces militando en River Plate, le iba a ver todas las tardes a la doble visera.
Alfredo Di Stéfano, que mañana día 4 celebra cumpleaños, era habitual en los partidos de Independiente y nunca le dio rubor admitirlo:
"Yo sólo he sido un pequeño imitador tuyo".
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