viernes, 23 de julio de 2010

El Arquero de Oro

El Sueño Olímpico arrancó un 24 de julio de 1992 en el Estadio Luis Casanova de Valencia.

La selección amateur despreciada por Javi Clemente en fechas anteriores y dirigida con maestría por Vicente Miera se merendó al combinado de Colombia en una tarde en la que los 18000 espectadores que asistieron al coliseo che fueron testigos de un recital de amonestaciones sin parangón por parte del colegiado alemán Markus Merk.

Valenciano por parte cafetera y Juanma López por los nuestros enfocaron la puerta de los vestidores antes de cumplirse el primer cuarto de partido.

Luego sería Abelardo con doble cartulina el que se iría a la ducha al paso por el 55 y con el partido ya encaminado por los futuros campeones olímpicos gracias a tres dianas de Guardiola, Kiko y Berges.

El último sería obra de Luis Enrique para dejar con cuatro palmos de narices al singularísmo Faustino Asprilla.

Ese grupo B fue dominado por España con mano de hierro derrotando con claridad a Egipto (2-0) y Qatar (2-0).

En cuartos de final esperaba la temible Italia de Cesare Maldini y ahí la grada del viejo Mestalla rugió de verdad para doblegar a los Favalli, Alessandro Orlando, Dino Baggio y Demetrio Albertini.

Otro gol de Kiko cuando el partido llegaba a la media parte fue suficiente para plantarse en semifinales donde esperaba Ghana.

Ahí fueron Abelardo y Berges los encargados de dar boleto a los africanos con la tribuna poblada por 38000 almas que llevaron a los nuestros en volandas a la final del Camp Nou.

Y de ese partido ante Polonia (3-2) quedará para siempre la imagen de un arquero aplastado por las lágrimas de un país que conoció a unos imberbes que fueron capaces de superar la gesta de Amberes en 1920, aquella de ¡A mí el pelotón Sabino, que los arrollo¡.

Sobre el tiempo cumplido Kiko Narváez lo gritó bien alto y a los cuatro vientos:

Goooooool.

1992: Campeones Olímpicos
2008: Campeones de Europa
2010: Campeones del Mundo

Esta fue la primera entrega de nuestra trilogía que poco tiene que envidiar a la de George Lucas.

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