Antes de que José Mourinho lo hiciera, Ernst Happel ya había recorrido el camino.
Lo inició en el curso 69/70 llevando al Feyenoord de Rotterdam a lo más alto del panorama balompédico europeo y despues de tropezar ante el Liverpool dirigiendo al Brujas en la edición de 77/78, llegó al final de su travesía un 26 de mayo de 1983, cuando un solitario gol de Félix Magath le dió al Hamburgo su hasta hoy, única Copa de Europa.
Nada pudieron hacer los Zoff, Cabrini, Scirea,Gentile, Bonini, Platini, Rossi, Bettega, Boniek y mi admirado Marco Tardelli ante el granítico equipo armado por el estratega austríaco.
Falleció siendo víctima de un cáncer, y ese mismo año 92, el Prater de Viena pasó a llamarse Ernst Happel Stadion, ese mismo donde Casillas levantó al cielo la Copa de Europa de Naciones.
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