Antes de que Bobby Moore reciba el 28 de mayo al F.C Barcelona y al Manchester United para dilucidar la supremacía en el fútbol del viejo continente, conviene echar la vista atrás y repasar las presencias del equipo catalán en los partidos definitivos de las competiciones internacionales. Me vais a permitir que ajuste el artículo más o menos a la edad que uno tiene y a unos cuantos recuerdos más o menos borrosos. Por otra parte, mirando hacia atrás, lo único que se ve entre las Copas de Europa del Real Madrid son unas cuantas Copas de Ciudades de en Ferias (tres concretamente y el trofeo en propiedad ante el Leeds de Don Revie) y algunas finales más (perdidas, claro). Por eso voy a empezar la crónica por Basilea y aquella final de la Recopa de 1979 que supuso un antes y un después para el barcelonismo.
RECOPA 1978-1979: F.C. Barcelona 4-3 Fortuna de Dusseldorf
En Saint Jakobs Park los aullidos de un joven Lobo Carrasco y los goles de Tente Sánchez, Asensi, Rexach y Hansi Krankl sirvieron para tumbar en el tiempo suplementario al correoso Fortuna de Dusseldorf de los hermanos Thomas y Klaus Allofs. De paso se saldó una cuenta pendiente con el país helvético donde el equipo español había caído en un final de Copa de Europa y otra de Recopa.
SUPERCOPA 1979: Nottingham Forest 2-1 F.C. Barcelona
Como campeón del segundo trofeo en importancia, el Barcelona debía medirse al Campeón de Europa para resolver el título de Supercampeón. Delante el mitiquísimo Forest dirigido desde el lateral por el no menos legendario Brian Clough y en el campo por Peter Shilton y Trevor Francis (el hombre del millón de libras). El resultado que pongo es el agregado de los partidos de ida y vuelta jugados en The City Ground (1-0 el 30 enero de 1980) y el Camp Nou (1-1 el 5 de febrero de 1980). Alan Simonsen y Roberto Dinamita eran perlas extranjeras del equipo de Rifé en el que figuraba también un joven Chus Landáburu.
RECOPA 1981-1982: F.C. Barcelona 2-1 Standar de Lieja
Otra vez a la Recopa y Udo Lattek jugándose el pescuezo en casa, porque la UEFA había decidido que la final ese año se jugase en Barcelona. Enfrente un equipo belga con jugadores de la talla de Eric Geters o Michel Preud´Homme que terminaron sucumbiendo a un estadio entregado a los goles de Simonsen y el brujo Quini.
SUPERCOPA 1982: Aston Villa 3-1 F.C. Barcelona
La final se jugó nuevamente a doble partido y los pupilos de Lattek, ya con Bernd Schuster enfundado en la pechera blaugrana, consiguieron la victoria en la ida del Camp Nou (19 de enero de 1983) gracias a un solitario gol de Marcos Alonso. En Villa Park, un tanto a poco del final de Gary Shaw llevó el partido al alargue donde los villanos consiguieron otros dos que les valieron para ser Supercampeones por primera vez en su historia.
COPA DE EUROPA 1985-1986: F.C. Barcelona 0-0 Steaua de Bucarest
Todo de cara para alzar por fin el ansiado entorchado de los grandes y batacazo al más puro estilo de Brasil en Maracaná. No me voy a extender mucho pero pocas veces una final tuvo un color más diáfano que esta: el Sánchez Pizjuan de Sevilla teñido de azul y grana, un rival poco menos que desconocido y un partido épico ante el Goteborg en semifinales hacían presagiar a la parroquia que la copa esta vez no se escapaba. Pero lo hizo y de la forma más cruel posible en una tanda de penaltis para olvidar. Cuatro tiros erraron los de Venables que enterraron sus opciones en las manoplas de Duckadam, convertido desde entonces por los culés en la reencarnación del mismísimo diablo. A parte del guardameta rumano, el partido dejó el nombre de varios de los que se alinearon con él para el recuerdo: Piturca, Balint, Belodedici, Lacatus…Y en el bando local destacó sobre todos el de Bern Schuster, que abandonó el recinto al ser sustituido y al que Josep Lluis Núñez le mandaría este mensaje al día siguiente: “ Schuster no jugará nunca más en el Barca”. Lo haría en el Real Madrid…
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