En el capítulo anterior dejábamos a Schuster y señora huyendo de Sevilla para buscar acomodo en los brazos de Ramón Mendoza, pero iban a tener que esperar un ratito y visitar unas cuántas veces los juzgados antes de mudarse definitivamente a la capital. Mientras tanto, el equipo de Terry Venables seguía mirándose las manos para ver por dónde se había ido la Copa de Europa. No fueron los únicos. Esa temporada 85-86 el fútbol español colocó a un representante en cada una de las finales, pero sólo el Real Madrid de Amancio (que empezaba de paso su cosecha de ligas) consiguió salir victorioso en la final de la UEFA jugada a doble partido ante el Colonia. Por su parte, el Atlético de Madrid se la pegaba en la final de la Recopa ante el Dinamo de Kiev de los talentosos Belanov y Blokhine.
Los años siguientes fueron movidos en Can Barca, con motín incluido, destitución de Venables y salida por patas de Schuster para coger el puente aéreo. Llegó Luis Aragonés para ganar la Copa de 1988 y de nuevo las puertas de Europa abiertas de par en par.
RECOPA 1988-1989: F.C. Barcelona 2-0 Sampdoria
Este fue el año en el que la historia del F.C. Barcelona cambió para siempre. Había llegado a la ciudad un tipo flacucho y con gabardina para terminar el trabajo que había dejado pendiente en su época de jugador. Johan Cruyff puso patas arriba la entidad y dejó las cosas claras desde el principio: “Aquí las normas las pongo yo. Y quien no las acepte irá a la calle”. Las primeras víctimas fueron Carrasco y Julio Alberto, pero la lista iría aumentando hasta que su juguete tomó forma.
La primera pieza del puzzle quedó encajada en el Wankdorfstadion de Berna donde cayó la tercera Recopa de Europa. En el estadio maldito, la Sampdoria de Boskov mordería el polvo por culpa de los goles de Salinas y López Rekarte. Allí estaban Víctor Muñoz, Pagliuca, Mancini, Vialli o Cerezo. Luego muchos de ellos repetirían en la final de Wembley.
SUPERCOPA 1989 : A.C. Milan 2-1 F.C. Barcelona
Como premio a la conquista de la temporada anterior los culés pudieron tuvieron el placer de medirse a doble partido a la maquinaria rossonera de Arrigo Sacchi , que en la final de la Copa de Europa disputada precisamente en el Camp Nou había aplastado por 4-0 al Steaua de Bucarest. La ida se jugó en Barcelona el 23 de noviembre de 1989 y terminó con empate a un gol. Un penalti de Aloisio sobre Massaro y transformado por Van Basten permitió adelantarse a los italianos, pero Amor aprovechó un error de la zaga para igualar la contienda. Con las espadas en todo lo alto se llegó al desempate del 7 de diciembre en San Siro. Con niebla y vestidos de azul, los pupilos de Johan Cruyff no chutaron a puerta en todo el partido y sólo la gran actuación de Zubizarreta evitó un ridículo mayúsculo. Un gol de Evani fue suficiente para que la copa se quedara en la sala de trofeos del mejor equipo del momento. El vídeo siguiente es un resumen de la tiranía ejercida por los muchachos de Silvio Berlusconi durante esos años. Atención a la final Intercontinental de 1989 ante Nacional de Medellín con René Higuita en la puerta y Leonel Alvarez moviendo la melena por la medular. Ese era el equipo del Pacho Maturana.
RECOPA 1990-1991: F.C. Barcelona 1-2 Manchester United
La temporada 89-90 terminó con una Copa del Rey de sabor especial por vencer en la final al eterno rival y de nuevo el billete listo para la Recopa. A los Laudrup y Koeman se unió ese verano un búlgaro de cabeza no muy bien amueblada pero que tenía muy buena puntería: Hristo Stoichkov. Con estos mimbres y un juego muy abierto, el equipo del holandés volador consiguió la primera de sus cuatro ligas consecutivas pero tropezaría en Rotterdam ante el Manchester United de Alex Ferguson y un viejo conocido: Mark Hughes. El galés había esperado paciente a que llegara el momento de la venganza y ésta se consumó gracias a los dos chicharros que le hizo a Carles Busquets, que tuvo una noche para olvidar.
COPA DE EUROPA 1991-1992: F.C. Barcelona 1-0 Sampdoria
El título de liga permitió participar nuevamente en la máxima competición continental de clubes y en La Catedral el F.C. Barcelona se coronó por primera vez. Hubo que sufrir y llegar a la prórroga para que Ronald Koeman encontrara una rendija en la meta de Giuanluca Pagliuca. La Sampdoria, con muchos de los que habían caído en Berna unos años antes, volvía a capitular ante un equipo que empezaba a llenar páginas en los libros de historia. La culpa la tuvo un cañonazo que superó los 100 kilómetros por hora. En el camino había quedado el testarazo de José Mari Bakero en Kaiserslautern cuando el tiempo se iba sin remisión.
COPA INTERCONTINENTAL 1992 : San Pablo 2-1 F.C. Barcelona
Para cerrar el año del primer doblete grande, el F.C. Barcelona acudió a Tokio a disputar la Copa Intercontinental ante los brasileños del Sao Paulo. Los que lo vimos desde aquí tuvimos que pegarnos el madrugón (4:00 de la madrugada) para ver a Raí clavarlas de todos los colores. El hermano pequeño del doctor Sócrates, con el 10 cosido a la espalda como mandan los cánones, aprovechó una diablura de Muller para remachar a bocajarro el empate y a poco del final empotró una pelota en la escuadra que Zubizarreta sólo pudo acompañar con la mirada. Como pasó con Hughes, Toninho Cerezo, el mítico mediocampista del bigote, se tomó aquella madrugada la revancha de Berna y Wembley. El equipo de Telé Santana dominaba el mundo del balón.
SUPERCOPA 1992 : Werder Bremen 2-3 F.C. Barcelona
Para terminar una temporada mágica, el Barca volvió a disputar el título de Supercampeón y esta vez se le puso delante el Werder Bremen alemán, que había derrotado en la final de la Recopa al A.S. Mónaco de Youri Djorkaeff y George Weah dirigidos entonces por Arséne Wenger. Los partidos se jugaron en febrero y marzo de 1993. La ida acabó con empate a un gol y en la vuelta del Camp Nou Johan Cruyff le ganó la partida a Otto Rehhagel gracias a un gol en las postrimerías de Jon Andoni Goikoetxea.
COPA DE EUROPA 1993-1993: A.C. Milan 4-0 F.C. Barcelona
Después de ganarlo prácticamente todo, los jugadores del Barcelona se plantaron en Atenas pensando que aquello iba a ser coser y cantar. El Milan de Fabio Capello parecía dar sus últimos coletazos, pero esa tarde pasaron por encima del equipo catalán. Cuatro goles como cuatro soles que fueron la sentencia para muchos de los que saltaron al Olímpico. Massaro en dos ocasiones, Savicevic desde su casa y Dessailly dejaron en el luminoso uno de los resultados más sonrojantes de la historia de la competición. Allí se terminó el primer gran ciclo triunfal del F.C. Barcelona y habría que esperar unos cuantos años para volver a ser habituales en los partidos decisivos.
RECOPA 1996-1997: París Saint Germain 0-1 F.C. Barcelona
Con Johan Cruyff fuera del equipo, Núñez se trajo a Robson para hacer de puente hasta la llegada de Louis Van Gaal. Sir Bobby llegó acompañado de un joven Mourinho y armó una de las mejores plantillas que se recuerdan en la Ciudad Condal. A la cabeza de todos Ronaldo Luiz Nazario da Lima y a su lado Luis Figo, Iván De la Peña, Popescu, Luis Enrique o Guardiola. Un equipo armado hasta las trancas en medio campo y encomendado a la inspiración del cántabro y al tino del brasileño. En la final, disputada otra vez en Rotterdam, un solitario gol de penalti del Fenómeno fue suficiente para aumentar a cuatro el número de Recopas.
SUPERCOPA 1997 : BV Borussia de Dortmund 2-3 F.C. Barcelona
La última Supercopa jugada a doble partido enfrentó al F.C. Barcelona con el sorprendente Campeón de Europa, el Borussia de Dormund. Con Van Gaal ya en el banquillo, los culés se hicieron con su segundo trofeo por un global de 3-1. La ida, jugada en casa el 8 de enero de 1998, se decidió por los goles de Luis Enrique y Rivaldo. En marzo se jugó la vuelta que tuvo poca cosa que contar ya que Giovanni adelantó a los catalanes y sentenció la final. Al final empate y otro trofeo a la buchaca.
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