miércoles, 29 de diciembre de 2010

Argentina 1978

La selección que formó César Luis Menotti para la Copa Mundial que Argentina debía disputar como local en 1978 tenía dos ausencias que llamaban poderosamente la atención: la de Diego Maradona que deslumbraría en el juvenil de Japón en 1979 y la de Ricardo Bochini, el mayor ídolo en la historia de Independiente de Avellaneda. Ellos eran dos de los grandes dieces del momento en el fútbol argentino pero se quedaron incomprensiblemente a las puertas de la gran cita patrocinada por el General Jorge Videla.
El peso de llevar el mágico dorsal 10 cayó entonces en el lomo de Mario Alberto Kempesel artillero cordobés, que demostraría con el discurrir de los encuentros que se arreglaba mejor de nueve que como enganche para hilvanar la zona media con  la delantera.
Por eso el número de la camiseta del Matador se apartaba de la tradición. Los creativos eran otros. Su trabajo era finiquitar los partidos. Los motivos que dieron con Súper Mario portando el dorsal de los elegidos hay que buscarlos lejos de la mística de la pelota.
Esta es la lista oficial de Argentina para la fase final del torneo y enseguida llama la atención ver al Beto Alonso, media punta de River con el 1, a Osvaldo Ardiles, the man who made it easy, con el 2 o a los porteros Baley, Fillol y La Volpe con el 3, el 5 y el 13 respectivamente, es decir, que se repartían las camisetas como los taburetes en el colegio, por estricto y riguroso orden alfabético:

1 Norberto ALONSO
2 Osvaldo ARDILES
3 Hector BALEY
4 Daniel BERTONI
5 Ubaldo FILLOL
6 Americo GALLEGO
7 Luis GALVAN
8 Ruben GALVAN
9 Rene HOUSEMAN
10 Mario KEMPES
11 Daniel KILLER
12 Omar LARROSA
13 Ricardo LA VOLPE
14 Leopoldo LUQUE
15 Jorge OLGUIN
16 Oscar ORTIZ
17 Miguel OVIEDO
18 Ruben PAGNANINI
19 Daniel PASSARELLA
20 Alberto TARANTINI
21 Jose VALENCIA
22 Ricardo VILLA

En el Mundial de España 82 ocurrió prácticamente lo mismo, pero como cuatro años antes hubo dos excepciones que tampoco se le pasan por alto a nadie: entre el 9 de Gallego y el 12 de Hernández, se colaron de rondón la M de Maradona con el 10 y la K de Kempes con el 11.
Son las cosas que tienen los dioses.

1 Osvaldo ARDILES
2 Hector BALEY
3 Juan BARBAS
4 Daniel BERTONI
5 Gabriel CALDERON
6 Ramon DIAZ
7 Ubaldo FILLOL
8 Luis GALVAN
9 Americo GALLEGO
10 Diego MARADONA
11 Mario KEMPES

12 Patricio HERNANDEZ
13 Julio OLARTICOECHEA
14 Jorge OLGUIN
15 Daniel PASSARELLA
16 Nery PUMPIDO
17 Santiago SANTAMARIA
18 Alberto TARANTINI
19 Enzo TROSSERO
20 Jorge VALDANO
21 Jose VALENCIA
22 Jose VAN TUYNE

martes, 28 de diciembre de 2010

28 de diciembre

El Día de los Santos Inocentes de 1982, Paolo Rossi, el asesino silencioso, era coronado por la revista France Football como Mejor Futbolista Europeo del Año. Su extraordinaria y sorpresiva aportación en la conquista italiana de la Copa del Mundo de España decantó finalmente la balanza a favor del menudo ariete italiano que dejó los balones de plata y bronce para Alain Girese y Zbigniew Boniek.
Rossi difícilmente olvidará España y ese año 1982.
Dos años antes el mismo Rossi y otros 33 militantes en el fútbol transalpino eran absueltos por el bochornoso affaire del arreglo de partidos que dio con Milan y Lazio en la serie B y eso le permitió regresar justo a tiempo para ganar el Scudetto con la Juventus de Turín participando tan sólo tres partidos.
Con el único aval del seleccionador azzurro Enzo Bearzot empezó la fase final mundialista con el mismo tono gris que todo su equipo, pero avanzado el campeonato, y en la llamada final anticipada, volvió a la vida anotando tres dianas en el partido de segunda fase que les enfrentaba a Brasil. En semifinales le haría otro par a Polonia y culminaría su reencarnación futbolística con el primero de los tres que Italia le colocaría a Alemania Federal en aquella memorable final del Santiago Bernabéu.
Fueron tan sólo tres partidos, 270 minutos de gloria que yo estaba viendo por televisión.
También era un 11 de julio. ¿A que os recuerda esta fecha?

lunes, 27 de diciembre de 2010

27 de diciembre

La temporada 2008-2009 jugábamos en Nacional A. Éramos importantes, o al menos eso creíamos nosotros. Porque el 27 de diciembre la realidad nos colocó de forma cruel en el sitio que teníamos asignado en el escalafón. Ese día, y haciendo de tripas corazón, nos metimos entre pecho y espalda la friolera de once horas de viaje para jugar ante el CK Mera el partido aplazado correspondiente a la jornada 11 que fue movido de fecha  por culpa de la nieve que cubría la irreductible aldea canguesa. Nadie vino entonces a defender el Convenio Colectivo del Jornalero del Fútbol de Salón y por eso hoy quiero recordar ese día en el que volvimos de A Coruña  repletos de equipaje sí, pero sobre todo tristes, muy tristes, por la inoportuna lesión de Emilio "el flaco", que finalmente le obligaría a colgar esas prodigiosas manoplas que tantas veces salvaron al equipo. Mientras seguían cayendo goles en el pabellón de Oleiros, Sini, a los mandos del mismo "Chichi-Bus" que nos había llevado hasta el fin de la tierra, hizo gala de un pilotaje al alcance sólo de unos pocos elegidos para seguir la estela del premioso delegado local camino del hospital más cercano, donde le colocaron el codo en su sitio a nuestro portero hasta ese día.
Aquella aciaga tarde a medio camino entre el Atlántico y el Cantábrico se empezó a escribir la nueva era de Panadería Penlés FS.
Espero que la temporada 2011 nos deje al menos anécdotas más alegres y que culmine como aquella de 2008, cargada de trofeos.
FELIZ AÑO A TODOS.

sábado, 25 de diciembre de 2010

25 de diciembre

La Navidad de 2010 será siempre especial por el especial de Informe Robinson: Cuando fuímos campeones en el Plus. Pocas veces ha merecido tanto la pena pagar por un canal de televisión como ésta, y sobre todo por el placer de escuchar a Andrés Iniesta, pateado sin piedad en la final del Mundial, reflexionando sobre ese partido y sobre su ¿ex-compañero? Mark Van Bommel:
"No sé como decirlo, igual no queda muy bien, pero del que yo recibí, me lo esperaba..."

miércoles, 22 de diciembre de 2010

22 de diciembre de 2001

El día de la suerte y la salud del año 2001 se jugaba el clásico de la Ciudad Condal correspondiente a la decimo octava jornada del Campeonato Nacional de Liga.
El F.C. Barcelona llegaba a la cita de Montjuic con un agujero considerable en la zona media debido a las bajas Xavi y Gerard López lesionados y Fabio Rochemback sancionado.
Charly Rexach, que entonces patroneaba la nave azulgrana, había estado toda la semana previa resquebrajándose la cabeza para encontrar una solución con la que restañar la posición de cuatro y echando un ojo al segundo plantel la luz se le vino encima.
Allí había un chiquillo de cuerpo liviano y piel blanca como la cal que coleccionaba elogios cada vez que entraba en contacto con la pelota.
El jueves lo citó para el primer entrenamiento y el sábado ocupó un lugar en el banquillo del primer equipo con tan sólo diecisiete años. Era su primera convocatoria con los mayores y a partír de aquella fría noche de sábado la escalada ya no se detuvo.
Fue una decisión forzada por las circunstancias pero que iba a cambiar para siempre la historia del fútbol español y que al mismo tiempo sirvió para llenar de contenido las palabras que Pep Guardiola le espetó a Xavi Hernández después de verlo salirse de la tabla en la Nike Premier Cup dos años antes:
“Tú me quitarás a mí el sitio, pero éste nos retira a los dos”.
El chaval en cuestión era Andrés Iniesta Luján, natural de Fuentealbilla, provincia de Albacete, campeón de todo lo que se pueda ser campeón.

martes, 21 de diciembre de 2010

21 de diciembre de 2010

Hoy nos ha dejado para siempre una leyenda.
Para uno que vivió el Mundial de España como primera experiencia en esto del fútbol su nombre es referencia obligada.
Ha sido de madrugada y después de una larga enfermedad cuando Enzo Bearzot dejaba este mundo para siempre.
Los amantes de este juego recordaremos que él dirigió aquel austero combinado italiano por el que nadie daba una lira y  que salío Campeón del Mundo en 1982 con los goles de Paolo Rossi.
Descanse en paz.

21 de diciembre de 1983

ESPAÑA 12-1 MALTA
Hoy no tengo muchas ganas de escribir y además sería inútil intentar superar la naracción del maestro José Angel de la Casa y los comentarios a pie de campo del inevitable Alfonso Azuara.
Disfrutar de estos goles otra vez nos debe servir para recordar que llevamos tan sólo dos telediarios ahí arriba, en lo más alto, y que antes las pelotas que tocábamos iban envueltas en calzones azules. Era futbolycojones.com en estado puro.
Con vuestro permiso, se lo voy a dedicar a un buen cangués que ya no está con nosotros y a todos los que se quedan aquí con el tremendo dolor de la ausencia.

lunes, 20 de diciembre de 2010

20 de diciembre de 1998

Este día nació para el fútbol el mejor futbolista español de todos los tiempos: Xavier Hernández Creus.

jueves, 16 de diciembre de 2010

16 de Diciembre de 2010

EFE Publicado: 16-Dic-2010. Harrier GR9 se jubila de la Real Fuerza Aérea británica
Una aeronave modelo GR9 Harrier del Escuadrón Naval Aéreo 800 y otra del Escuadrón de la Fuerza Aérea Real, despegan hoy desde la plataforma de la embarcación HMS Ark Royal. Se trata de su último vuelo desde dicha plataforma, debido a que el Gobierno ha decidido jubilar la flota de cazas de despliegue vertical Harrier por cuestiones de ahorro.
A principios de la década de los ochenta Polansky y El Ardor se preguntaban en su canción más festejada "¿Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS?".
Eso mismo debieron preguntarse los analistas de la OTAN tras el final de la II Guerra Mundial, y por ello se enfrascaron en el desarrollo de armas e ingenios para salvaguardar su poder aéreo ante una ofensiva rusa sobre los aeropuertos militares de Europa.
Ahí surgió la idea de diseñar un avión capaz de realizar despegues verticales en espacios reducidos como aeródromos civiles, carreteras o incluso en portaaviones de guerra.
El primer prototipo que consiguió realizar un despegue vertical fue el P1127 que tenía sello británico y que más tarde entraría en la leyenda del aire con el nombre de Harrier.
Fue en el año 1960, el mismo año que en Policlínico Evita de Lanús, Buenos Aires, Diego Maradona y Dalma Salvadora Franco traían al mundo a Diego Armando Maradona, "el mejor jugador del fútbol del mundo", que en 1982, en pleno Mundial de España, fue traspasado por Boca Juniors al Fútbol Club Barcelona por la increíble cifra de mil doscientos millones de pesetas.
Ese año la FIFA decidió que la XIII Copa Mundial , que debía celebrase en Colombia en 1986, tuviera lugar en México ante la imposibilidad de los colombianos de cumplir los requerimientos del máximo organismo balompédico. Tal vez se trataba de un guiño.
Unos meses antes del inicio de nuestro campeonato, Argentina invadió las Islas Malvinas cuya propiedad reclamaba a los ingleses desde 1833.
El conflicto cayó del lado de Inglaterra básicamente por la polivalencia de los Harrier que, en su bautismo bélico, demostraron al mundo que aquella idea surgida después de la Gran Guerra no era una quimera.
La venganza argentina llegaría cuatro años después, pero en esa ocasión no hizo falta pegar ningún tiro. En el Estadio Azteca de México DF, un 22 de junio de 1986, Maradona derrotaría al imperio británico con una pelota de fútbol cosida a los pies. Empezando dentro de su propio campo, Maradona se movió sesenta y dos metros en diez segundos eludiendo a seis jugadores ingleses (Hoddle, Reid, Sansom, Butcher, Fenwick y al portero Shilton), antes de anotar El Gol del Siglo. La jugada incluyó doce toques con su pie izquierdo y ninguno con el derecho, tres regates y un giro.
La narración de Víctor Hugo Morales aquel verano del 86 todavía pone los pelos de punta:

"Balón para Diego, ahí la tiene Maradona, lo marcan dos, pisa la pelota, Maradona, arranca por la derecha el genio del fútbol mundial. Y deja el tercero, puede tocar para Burruchaga... siempre Maradona. ¡Genio, genio, genio! Ta, ta, ta, ta, ta ... ¡Gooooooool gooooooool! ¡Quiero llorar! ¡Dios santo, viva el fútbol, golaaaazo! ¡Diegoooool!!! Maradona! Es para llorar, perdónenme. Maradona, en una corrida memorable, en la jugada de todos los tiempos, barrilete cósmico, ¿de qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés?, para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina. Argentina 2 - Inglaterra 0. ¡Diegol, Diegol!, Diego Armando Maradona. Gracias, Dios, por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2 - Inglaterra 0.".

Pero los desencuentros de Diego con la Gran Bretaña no terminarían ahí.
En 1999, en compañía de su esposa Claudia Villafañe, Maradona mostró la intención de conocer las Malvinas, pero se dio de bruces con el gobernador Donald Lament:

"En las islas hay un reglamento muy estricto que prohíbe la residencia en las islas a alguien vinculado con las drogas, incluso cuando se trata de consumo personal".

Es normal, por lo tanto que El 10 tenga pensamientos de este tipo:

"Pienso en México ´86 y la primera imagen que se me cruza por la cabeza es el gol a los ingleses. Pero no es nada nuevo, desde siempre fue así. Porque era como ganarle más que nada a un país, no a un equipo de fútbol. Si bien nosotros decíamos, antes del partido, que el fútbol no tenía nada que ver con la guerra de las Malvinas, íntimamente sabíamos que habían muerto muchos pibes argentinos, que los habían matado como pajaritos... Es cierto, públicamente se declaraba que las cosas no se mezclaban, pero era mentira. Porque inconscientemente lo teníamos bien presente. Entonces era más que ganar un partido, más que dejar fuera de la Copa del Mundo a los ingleses. Nosotros hacíamos culpables a los jugadores ingleses de todo lo que había sucedido. Sí, yo sé que es una locura, pero así lo sentíamos y era más fuerte que nosotros. Nosotros estábamos defendiendo nuestra bandera, a los pibes, la verdad es ésa. Y el gol mío... el gol mío tuvo una trascendencia que... Los dos la tuvieron, es verdad. El primero fue como robarle la cartera a un inglés y el segundo tapó todo".

¡Qué grande Dieguito ,joder¡.

martes, 14 de diciembre de 2010

15 de diciembre de 1995

Hace algunos artículos hablamos aquí de la llegada del tío de Seydou Keita, Salif Keyta Traore, al Valencia CF al inicio de la temporada 73-74. Casi a la par llegaron Johan Cruyff y Hugo Sotil al FC Barcelona, Paul Breitner al Real Madrid y Ayala y Heredia al Atleti de Madrid.
Y fue así porque ese año la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes autorizó la contratación de dos jugadores extranjeros por club en primera y segunda división con la intención de acabar con el mercadeo de partidas de nacimiento que convertía a jugadores nacidos fuera de nuestras fronteras, principalmente sudamericanos, en lo que entonces se conocía como oriundos, es decir, futbolistas que no ocupaban plaza como foráneos porque decían tener un prima que residía en Albacete. Hace nada leí que aquello se llamó El timo de los paraguayos.
El FC Barcelona, en la persona de su presidente Agustí Montal, preparó un dossier que arrojaba unas conclusiones desoladoras sobre el asunto: más del 60% de las primas no existían o sospechosamente se habían mudado a otro domicilio.
Aquello tumbó las aduanas veinte años antes del Tratado de Maastricht.
Sin extranjeros, pero con muchos forasteros, al fútbol español no le había ido nada mal hasta la fecha. La selección olímpica tenía una medalla de plata, la sub-21 un europeo y la absoluta había sido cuarta en el mundial de Brasil y salió triunfadora de la primera edición de la Eurocopa de Naciones gracias al legendario gol de Marcelino. A nivel de clubes la cosa fue mayúscula: seis Copas de Europa ganadas por el Real Madrid, dos finales perdidas (una los blancos y otra el Barcelona), una Recopa para el Atleti y tres finales perdidas (otra los colchoneros y una por cabeza el Barcelona y el Madrid) y cinco Copas de Ferias, con tres finales más perdidas.
Un botín extraordinario apoyado en célebres delanteras como la formada por Puskas, Rial, Kopa y Di Stéfano o la conocida como El Huracán de Les Corts con Kubala, Kocsis, Czibor y el carioca Evaristo, todos ellos como se puede deducir, amigos y residentes en Torrevieja.
“Hecha la ley, hecha la trampa”, que diría un castizo.
Lo cierto es que portugueses, italianos, holandeses y finalmente alemanes e ingleses empezaban ya a sacarnos de la vía de preferencia que conducía a los títulos y la apertura de las fronteras también escondía el deseo de los nuestros de instaurar una nueva tiranía en el continente del balón.
No fue así. La selección no rascó bola hasta la final del Parque de los Príncipes en 1984 y sólo el Atleti y el Real consiguieron pisar una final de Copa de Europa. La travesía del desierto se hizo más llevadera con tres títulos en la Recopa (dos del Barca y uno del Valencia), uno en la UEFA (Real Madrid) y dos finales más perdidas, aunque la del Athletic Club ante la Juventus en la UEFA del 77 puede considerarse casi como un trofeo más para la suma.
Y entonces llegamos a la mágica temporada que tengo guardada en la memoria, la 85-86, en la que el fútbol español puso un representante en cada una de las finales continentales aunque la suerte ese año también nos dio la espalda. Sólo el Real Madrid en la UEFA consiguió alzar el trofeo, mientras el Barcelona caía en las garras de Duckadam y el Atlético de Madrid se la pegaba ante el Dinamo de Kiev. Sin embargo la selección sub 21 de Sanchís, Calderé , Ablanedo, Quique Flores y Pardeza se hacía con el título europeo arrebatándoselo a doble partido a una Italia en la que sobresalían  ya nombres como los de Walter Zenga, Donadoni, Vialli o Mancini. Poco después los mayores, en el Mundial de México, estuvieron a puntito de hacer algo grande pero como siempre los cuartos nos pusieron la zancadilla.
El 20 de agosto de 1988 la RFEF aprobó la propuesta del tercer extranjero por club. Fue la primera asamblea como presidente de Angel María Villar que dos años más tarde daría vía libre a la fórmula 3+1, esto es, cuatro extranjeros por equipo, pero sólo tres al mismo tiempo sobre el campo.
Lo mismo que la otra vez, o peor. Una final de la UEFA con el Espanyol (con Clemente y sin Lauridsen), dos Recopas (Zaragoza y F.C.B.) y Wembley en 1992, año que se cerró con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona. "Mucho ruído y poca nueces", que diría un primo castizo que tengo yo en Valdepeñas.
Y en esas estábamos cuando llegó la fecha del 15 de diciembre de 1995, un día como hoy de hace quince años, cuando las manidas palabras que Andy Warhol pronunció el verano del 68 volvieron a ser recurrentes para la práctica totalidad de analistas deportivos:
“En el futuro, todos seremos mundialmente famosos durante 15 minutos. Todo el mundo debería tener derecho a 15 minutos de gloria”
La culpa de todo la tenía un jugador de fútbol que azuzó los cimientos de fútbol de tal manera que los organismos oficiales (FIFA y UEFA) vieron más pronto que tarde la llegada del apocalipsis.
El muchacho en cuestión se llamaba Jean Marc Bosman al que, con apenas diecisiete años, el Standar le firmó su primer contrato como profesional. Allí estuvo seis años sin hacer mucho ruido hasta que fue traspasado al Lieja por 100000 dólares de la época. Firmó dos temporadas y cuando iba a negociar la renovación, el club le ofreció una ficha cuatro veces inferior a la que tenía pactada. Se negó en redondo al chantaje y, dueño de su destino, se comprometió con el Dunkerke de la segunda división francesa.
Ahí se acabó su carrera como futbolista profesional. El Lieja exigió al modesto equipo francés el pago de 500.000 dólares en concepto de derechos de formación y promoción y el Dunkerke puso el intermitente y se apartó al arcén.
Proscrito en su país natal, siguió jugando en equipos cada vez de menor categoría, mientras su caso caminaba de tribunal en tribunal hasta que en diciembre de 1995 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que "el sistema de traspaso de jugadores entre clubs y las reglas que limitan el número de extranjeros son ilegales al ser incompatibles con la legislación comunitaria desde la entrada en vigor del Mercado Único el 1 de enero de 1993".
Nacía así la llamada Ley Bosman.
En España no tardamos ni un suspiro en ver como el portugués Figo (F.C.B.), el danés Laudrup (Real Madrid) o el austriaco Pürk (Real Sociedad) pasaban de la noche a la mañana a adquirir los mismos derechos para ser alineados que los jugadores españoles, salvo, claro está, el de vestir la camiseta nacional.
Arrancaba una nueva época en el fútbol español, y a pesar de que aquello en un principio parecía matar el trabajo de cantera, visto con la perspectiva que da el tiempo, fue todo lo contrario, fue el comienzo de la edad dorada del fútbol español, festejada con dos Copas del Mundo (los mayores y los sub-20), dos Eurocopas (la de Austria y la de los sub-21), cinco Copas de Europa, una Recopa y tres Copas de la UEFA.
“Hoy he llegado a la cima de la montaña y me encuentro muy fatigado”, declaró Bosman al ser abordado a las puertas del tribunal por una nube micrófonos y cámaras de televisión.
Los quince minutos de gloria que vaticinó Andy Warhol convirtieron casi sin querer a un tipo discretísimo con el balón en los pies en un icono imprescindible para comprender los últimos éxitos del fútbol español que se encuentra en la cima de la montaña y no se cansa de ganar: los nuestros son los buenos de verdad.
Lo único que se me ocurre ahora es que todos le dediquemos un tema de Rosendo, por ejemplo, Agradecido.

12 de diciembre de 2010

Pocas veces me ha costado tanto encontrar el pie para engarzar un artículo deportivo y todo por culpa del tremendo malestar que me provoca todo el rollo ese de la Operación Galgo.
Por eso he decidido abrir este blog de fútbol para hablar un ratito de atletismo, otro de esos deportes que me apasiona, lleno de héroes de carne y hueso, de marcas por superar, de gestas cargadas de épica, de triunfos memorables, de estrepitosos fracasos y de fechas que duran una eternidad en la memoria.
Hoy quiero contar lo que siento de la mejor manera posible para intentar rescatar del fango un montón de grandes recuerdos que no quiero que nadie me ensucie.
Voy a empezar por el principio a ver si puedo ir ligando algo comestible.
El martes vi en Teledeporte la redifusión del XXIX Cross Internacional de la Constitución celebrado el domingo en Alcobendas. La victoria fue para el keniano Joseph Ebuya, campeón del mundo en ejercicio, y el segundo puesto lo alcanzó el eritreo Teklemariam Medin, subcampeón del mundo. Todo un lujo para nuestro país, que en marzo acogerá el campeonato del mundo de campo a través a celebrar en Punta Umbría.
Sin embargo, lo más destacable para mí en Alcobendas fue la buena actuación de Alberto García, octavo en la clasificación final.
“¡Qué bueno ver a Alberto recuperado¡”, pensé para mí mientras recordaba con tristeza el día que tuve que descolgar su póster de la pared cuando lo cogieron en un doping positivo por EPO porque quiso ir más deprisa de lo que aconsejaban las piernas.
Bastaron dos o tres días para encontrarlo de nuevo metido en un marrón de dimensiones considerables y esta vez acompañado por Marta Domínguez, la novia de España.
Marta es también uno de esos iconos del tartán que tengo ahora mismo beatificados junto a la vallisoletana Mayte Martínez o la tarraconense Natalia Rodríguez.
Antes fueron otros: Mary Decker, Carl Lewis, José Luis González, Jackie Joyner-Kersee, Irina Privalova, Marlene Ottey, Patrik Sjöberg, Gabriela Szabo, Said Aouita, Hicham El Gerrouj, Haile Gebrselassie…
Todos, absolutamente todos, me han dejado algo para el recuerdo, y por eso me duele Marta, porque me niego a creer que los sueños que soñé con ella eran sólo una mentira.

viernes, 10 de diciembre de 2010

10 de diciembre de 1996: Paolo Futre

En una conferencia de prensa celebrada en Lisboa, Paulo Jorge dos Santos Futre anunciaba al mundo entero que sus rodillas habían dicho basta para la práctica profesional del fútbol.
Militaba entonces en el West Ham londinense, pero por suerte, volvería a vestirse los calzones cortos en el Atleti de sus amores para retirarse, esta vez de forma definitiva jugando para el Yokohama Flugels de Japón.
Ese día, y ante una nube de periodistas que vieron escupir lágrimas a los ojos del guerrillero, Futre sujetaba entre sus manos las botas de jugador que se calzó aquella memorable noche vienesa en la que el FC Porto del estudioso Artur Jorge le volteó una final de Copa de Europa al todopoderoso Bayern de Munich de Lothar Matthäuss y Andy Brehme.
Nadie daba un escudo por ellos, y menos después de arrancar abajo en el marcador, pero todo cambió con el inolvidable gol del argelino Rabah Madjer, conocido desde el mismo momento de la ejecución como El taconazo de Alá:

jueves, 9 de diciembre de 2010

9 de diciembre de 2010: Independiente está de vuelta

El estadio Libertadores de América vistió esta madrugada sus mejores galas para celebrar la vuelta a los títulos internacionales de Club Atlético Independiente de Avellaneda. Quince años después de la última conquista, aquella lejana Supercopa ganada ante el Flamengo y vistiendo el uniforme alternativo de color azul oscuro, un penal del efímero bermellón Eduardo Tuzzio en la tanda definitiva consagró al Rojo como campeón de la Copa Nissan Sudamericana 2010.
Hubo sufrimiento para superar el 2-0 de la ida e incluso hubo que pasar por el tiempo suplementario`para doblegar al Goiás brasileño en los tiros de once metros, pero como en las épocas del Bocha, la Caldera del Diablo recuperó la memoria del Rey de Copas y ardió de alegría cuando el lanzamiento de Felipe golpeó en uno de los postes guardados por Navarro.
Con este trofeo internacional, que hace el 16 en la gloriosa historia de Independiente, los Diablos Rojos superan en la  tabla al Real Madrid de España y se quedan a sólo dos de Boca y Milan.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

8 de diciembre de 2006

El 8 de diciembre de 2006 se jugó en La Caldera del Diablo un partido inolvidable.
Iba a ser el último en la Doble Visera que sería demolido para construir allí mismo la nueva casa de Club Atlético Independiente, el Estadio Libertadores de América.
Unos meses antes, ese recinto donde Di Stéfano iba a deleitarse con los vuelos de Arsenio Erico y años más tarde Maradona disfrutaría en las bancadas de la magia de Ricardo Bochini, fue escenario de uno de los últimos momentos  con marco propio que conserva la afición del Rojo.
El 11 de septiembre del 2005  se escenificó allí una nueva edición del clásico de Avellaneda entre Independiente y Racing.
Con 3-0 a favor de los locales Víctor Hugo Morales cantó tan magistral como siempre el cuarto del Rey de Copas firmado por un imberbe llamado Sergio Lionel Agüero, que  por momentos hizo soñar a la platea con la aparición nuevamente sobre el pasto natural del 10 más grande del CAI, Ricardo Enrique Bochini.
El Kun arrancó detrás de la mitad de la cancha y sorteando rivales con golpes de cintura y tobillo se plantó al borde del área rival y luego de un mano a mano que trituró el engranaje de Crossa convirtió este soberano gol, uno de los mejores de su carrera hasta la fecha.
Como relata Víctor Hugo "no le quedó grande el plástico de la camiseta número 10 de Bochini, es más parecía que era el Bocha..."

martes, 7 de diciembre de 2010

8 de diciembre de 1987

Todos los integrantes del Club Alianza de Lima fallecían de manera trágica al precipitarse al mar el avión Fokker de la Marina de Guerra del Perú que los devolvía a casa tras derrotar por 1-0 al Deportivo Pucallpa.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Historias de salón (II): Dani

“Yo no valía para el fútbol grande, así que decidí quedarme en la pista y luchar por ser un futbolista de sala”.
Bastó con reconocerse a sí mismo para que el afortunado parquet se encontrara una tarde y para siempre con Daniel Ibañes Caetano.
Entonces nació el FUTSALERO IRREPETIBLE, tan determinante en el área propia como en la contraria, un ala sobrio y genial que con una filigrana al alcance de unos pocos forzó el tiro de doce metros que Javi Rodríguez alojaría en el fondo de la meta de Lavoisier un 3 de diciembre del año 2000.
Aquello fue un empujón en toda regla que apeó a sus coterráneos de la poltrona.
La Copa del Mundo de Guatemala cambió el paso en el panorama mundial del fútbol de salón.
Sin darse cuenta, España estaba mirando a los ojos de la selección de Brasil sin apenas ruborizarse.
Recuerdo que lo dieron en Canal +, de domingo y casi cerca de la media noche.
Fue tan inolvidable como su magia, como su embrujo, como su pulso lento para dominar la pelota en el contorno de un baldosín.
Es una lástima que los ases también se hagan mayores y tengan que colgar las zapatillas.
No importa, nos queda la estrella, la primera que conseguimos jugando al fútbol con los pies, la que nos hizo mayores de repente para los juegos colectivos.
Luego vendrían otras a pegarse al lado del corazón, pero aquella que vino de tan lejos hace diez años, aquella es la que llevamos todos cosida en la retina.

jueves, 2 de diciembre de 2010

2 de diciembre de 1993: Fútbol y narcotráfico

Pablo y Andrés Escobar no eran hermanos, pero cuzaron sus vidas en 1989 cuando Nacional alzó al fin la Copa Libertadores de América, un trofeo, por otra parte, perseguido desde entonces por la inevitable sombra de la duda.
Los méritos de uno y otro en aquella conquista fueron bien distintos.
Uno, jefe del Cartel de Medellín, financiaba el equipo con las divisas del narcotráfico.
El otro, defensa central de categoría, deslubraba con temple de crack y la mirada arriba para el golpeo preciso.
Quiso el destino un final parecido para ambos: fueron abatidos a quemarropa.
El primero cayó el 2 de diciembre de 1993 acorralado por fuerzas militares colombianas y cuerpos antidroga de Estados Unidos.
Al segundo se lo llevó la sinrazón después de un autogol ante los anfitriones en la Copa Mundial de ese mismo país celebrada tan sólo un año después.
Allí mismo, bajo el peso de la munición norteamericana, quedó sepultada la pequeña historia de Club Atlético Nacional de Medellín y parte del prestigio del fútbol colombiano.

El árbitro Juan Antonio Bava jugaba ya tiempo de descuento en su carrera profesional. Era hora de no ocultar nada. Un periodista le preguntó si alguna vez lo intentaron sobornar...

- Sí, en 1989, en Colombia, en un partido semifinal de la Copa Libertadores de América que jugaban el Nacional de Medellín contra Danubio de Montevideo. Ese encuentro lo dirigía Carlos Espósito y los líneas éramos Abel Gnecco y yo. Un dia antes entraron al hotel unos tipos. Todos traian ametralladoras en la mano. Tiraron abajo la puerta de la pieza en que estábamos, nos ofrecioeron plata y nos amenazaron de muerte, a nosotros y a nuestras familias.
Nos dijeron que Nacional debía ganar. Y agregaron: "¡La plata está, si la quieren agarrar, la agarran!
Y para que no quedaran dudas, nos repitieron:
"¡Nacional gana o ustedes son boleta!"
Espósito entonces me dijo, cuando esos energumenos se fueron:
- Juan, esto es una barbaridad, yo nó se qué hacer...
- Yo sí- le contesté - Si faltan cinco minutos y Nacional no la emboca, entro a la cancha y la metó en el ángulo...
Después, Bava aclaró dos cosas:
"Obviamente, ninguno de los tres agarramos un peso, y además, no tuve necesidad de hacer ningún gol porque Nacional ganó 6-0..."